Humedales sin ley

|Por Agustina Machiavello

Finalmente, la Ley de Humedales pierde estado parlamentario por tercera vez. Después de idas y vueltas, concretamente en diciembre del año pasado se creía perdido el proyecto de ley -que tenía media sanción- pero la esperanza apareció cuando se anunció la realización de sesiones extraordinarias para febrero. Se esperaba qué dada las fallidas ocasiones en las qué no se aprobó, y en un contexto de emergencia climática se incluyera en el temario de las sesiones de febrero pero no fue así,  y por ende, cayó una vez más.

En definitiva, por no haber debatido la ley por dos años, se deberá volver a empezar el proceso legislativo de presentación del proyecto, tratamiento de comisiones y debate parlamentario. El 21% de la superficie de Argentina está ocupada por humedales, es una demanda de hace más de 10 años y no hay garantías de protección de estos ecosistemas. En definitiva el llamado triple lobby -minero, inmobiliario y agroindustrial- logró penetrar, puesto qué estos sectores han ejercido presión y cajoneado los proyectos de una ley qué podría limitar sus actividades.

Organizaciones ambientales que trabajaron en conjunto con algunos legisladores en la gestación de esta ley manifestaron su repudio frente a dejar a los humedales desprotegidos. Pero también plantearon la posibilidad de volver a presentarlo en sesiones ordinarias de este año.

¿Por qué es importante proteger los humedales?

Se estima que durante el 2020 se quemaron en el Delta del Paraná más de medio millón de hectáreas de humedales y se especula sobre la intencionalidad de los mismos promovidos por la especulación inmobiliaria y el agronegocio. En todo el 2021 los incendios también fueron una problemática imperante. Los últimos focos comenzaron en diciembre pasado y aún hay 11 provincias ardiendo.

Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo. Según el artículo 5 del proyecto de ley caído, brindan una serie de “servicios ecosistémicos”, es decir, procesos naturales que un ecosistema ofrece al desarrollo de la vida humana. Los humedales son un gran aportador de beneficios en este sentido.

Entre los servicios más importantes se encuentran el aporte a la biodiversidad, la provisión de agua segura de forma permanente u ocasional así como el filtrado de contaminantes y retención de nutrientes; evitan inundaciones, ya que amortiguan excedentes hídricos; regulan la carga y descarga de acuíferos; entre otros beneficios. En síntesis, proteger los humedales es proteger la vida.