Ayer, miles de trabajadores, trabajadoras y militantes de la CGT y organizaciones sociales nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) marcharon por el centro de la ciudad de Buenos Aires y en varios puntos del país. Además de la celebración del 76 aniversario del Día de la Lealtad Peronista, las consignas de la convocatoria fueron “el desarrollo, la producción y el trabajo”.
Frente al Monumento al Trabajo, las organizaciones convocantes leyeron un documento consensuado que planteó la necesidad de promover la alianza entre los sectores del empresariado de la producción y los sindicatos de trabajadores en un diálogo social institucionalizado que tome resoluciones efectivas. A la vez que repudiaron cualquier ataque a los derechos consagrados.
“El peronismo debe promover la alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula que garantiza un crecimiento sostenible con justicia social. Para lograrlo es imprescindible profundizar el diálogo social institucionalizado como instrumento necesario, no para diagnosticar la magnitud de la crisis ni sus efectos en el tejido productivo y social de nuestro país, sino para elaborar en conjunto los consensos que nos permitan poner el empleo productivo en el centro de las políticas públicas para superar la situación que hoy margina a los sectores más desprotegidos, que profundiza las desigualdades sociales y condiciona el crecimiento uniforme y equitativo de nuestro país”.
Entre las filas de personas de la concentración, se pudo ver a los principales referentes gremiales entre ellos Hugo y Pablo Moyano, Héctor Daer ,Sergio Romero, Carlos Acuña, José Luis Lingeri y Víctor Santa María. Además, se hicieron presentes organizaciones populares como la UTEP, el Movimiento Evita de Fernando Navarro y Emilio Pérsico, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie.
“Desarrollo, Producción y Trabajo”
La CGT se expresó sobre la necesidad de mostrar la unidad del movimiento obrero. Si bien ningún referente realizó la lectura del documento que se presentó, el pronunciamiento del mismo tiene que ver prioritariamente con demandas de “políticas económicas que promuevan la generación de empleo genuino y el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social y de salud”.
El escrito confeccionado por las organizaciones convocantes -además de reivindicar la tradición histórica de aquella expresión del movimiento obrero de octubre de 1945- plantea la necesidad del “acceso universal a una educación de calidad; el desarrollo con equidad que posibilite un proceso de movilidad social ascendente y una justa redistribución de la riqueza; el reclamo de un compromiso de responsabilidad social empresaria que le cabe a los sectores de mayor concentración económica y la reconstrucción de un Estado presente, regulador de la economía y promotor del desarrollo económico y social.”
Se enfatizó en “promover la alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula que garantiza un crecimiento sostenible con justicia social”. “La Argentina y nuestro gobierno afrontan una instancia decisiva para superar la crisis económica y social heredada y agravada dramáticamente por los efectos de la pandemia” mencionan en función al difícil contexto qué atravesamos. Finalmente, se llamó al “tiempo de justicia social, compromiso irrenunciable, y militante del movimiento obrero argentino”