“Las muertes invisibles”, Basta de Asesinatos Laborales marchó a Tribunales

Por Ailín Colombo

Como cada 9 de septiembre, las y los trabajadores agrupados en el espacio Basta de Asesinatos Laborales (BAL) realizaron ayer una manifestación en reclamo de las muertes ocurridas por desidia patronal. Es que según un relevamiento de la agrupación, durante el 2020 un trabajador murió cada siete horas en el país por cumplir su labor. La organización marchó desde INTA para concentrarse frente al Palacio de la Corte Suprema, en el microcentro porteño. Revista Resistencias conversó con Santiago Menconi, delegado de línea 60 y referente de BAL.

La fecha elegida se debe a que un día como hoy, pero de 2016, en la Ciudad de Buenos Aires fueron asesinados por la negligencia patronal tres trabajadores. David Ramallo, mecánico de Línea 60 aplastado por un colectivo; Diego Soraire, al que le explotó un digestor en INTA y Richard Alcaraz, albañil muerto tras un derrumbe. A partir de estos hechos, sus compañeros y familias crearon BAL con tres objetivos: exigir justicia para las víctimas, visibilizar los casos por medio de los informes del espacio y unidades de acción así como formar a los trabajadores para que conozcan normas de seguridad e higiene.

Foto: Mariana Conte

“Todos los años nos movilizamos hacia la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, pero este año, ante el intento de cierre de la causa de David Ramallo, la marcha  se concentró frente a Tribunales”, explicó Menconi. Según el delegado, el fiscal Marcelo Retes “está actuando como una suerte de abogado defensor de la parte acusada” y agregó que el funcionario “pidió que se cierre la causa bajo un escrito en el que no se tomaron en cuenta las pericias de la  CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte), de la Policía Federal y las de nuestro perito de parte, el ingeniero Eduardo Castro.”

A Ramallo se le desplomó un colectivo encima tras la falla de un autoelevador. El fiscal sugirió que se suicidó. En tanto, Menconi denunció que el intento de inculpar al obrero “es una modalidad viejísima, aparece en el corto ‘Me matan si no trabajo y si trabajo de matan’ de Raymundo Gleyzer y que vemos como factor común en las muertes obreras. Las patronales, en primer lugar, responsabilizan de la muerte al trabajador, como en el caso de Mechi Cantero y de Martin Pino y aíslan a los testigos presenciales o incluso los despiden.”

Foto: Eug DR

El espacio cuenta con un observatorio que registra los asesinatos laborales. Surgió a partir de la inexactitud de los datos establecidos por la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, que no dan cuenta de la gravedad de la problemática ya que no consideran a los trabajadores informales, las enfermedades profesionales y las muertes in itinere. De acuerdo al último informe presentado en abril, fueron 1295 los fallecidos por responsabilidad empresarial durante 2020, es decir, uno cada 7 horas, cifra que duplicó a las del 2019.

Durante el acto en Tribunales hablaron diferentes familiares de víctimas, entre ellos Eva Puente, madre de Ramallo. Ella rogó: “lo único que puedo pedirles es seguir movilizando” por “las muertes invisibles, que no se ven. Los únicos que sabemos son los familiares que quedamos para seguir luchando”. Además de pedir justicia, agradeció a los trabajadores de Línea 60, “gracias a ellos estoy de pie”, resaltó. Por otro lado, Eva advirtió que “todos los 9 de septiembre de cada año, vamos a movilizar y yo voy a estar todos los 9 de cada mes en las cabeceras pegando las fotos de mi hijo”.

Foto: Mariana Conte
Foto: Juan Enriquez
Foto: Eug DR
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Foto Portada: Eug DR