Actualmente, a lo largo y ancho del país, vivimos un momento de tensión constante con respecto al sistema de salud donde cada hospital es una realidad paralela. Esta semana se realizaron reclamos preocupantes en Sanatorio Franchín del barrio de Almagro.

El componente más grave tiene que ver con la desregulación y la falta de control de la reincorporación laboral de compañerxs contagiadxs. ¿Qué significa esto? Qué se reincorporan trabajadorxs sin un hisopado que constate el negativo. Muy por el contrario se activa un protocolo del Gobierno de la Ciudad que implica qué pasados los 14 días del hisopado positivo, el trabajador o trabajadora se reincorpora bajo el criterio del médico tratante, que convenientemente pertenece a la ART.

Este vacío legal que deja ‘a criterio de la ART’ el retorno laboral, hace que se den altas a trabajadorxs casi automáticamente pasado esos 14 días, generando peligro no solo para ellxs mismxs sino para sus compañerxs, para lxs pacientes, y todos los contactos estrechos. Puesto que vuelven a trabajar personas con síntomas de COVID o personas que no constatan oficialmente que estén curadas con el correspondiente hisopado.

Lo anterior es una de las muchas formas de hostigamiento y explotación por parte del hospital en complicidad con la patronal.  Además no se cristaliza la información de la cantidad de contagiadxs -entre medicxs, camillerxs mucamxs, enfermerxs y otros espacios- lo que también lleva a que no se cumpla el aislamiento preventivo de los contactos que las persona con COVID-19 tuvieron.
Otra cuestión que atenta a la bioseguridad del hospital es la falta de educación a todxs los trabajadorxs sobre los usos correctos de los equipos de protección personal, además de la falta de insumos básicos como barbijos N95.

La presión de despido constante, la amenaza de descontar sueldos, presentismo, o premios es algo habitual en el Franchín. Se plantean condiciones laborales muy difíciles con lógicas tremendamentes económicas desde las altas cúpulas. Se fomentan la pérdida del trabajo como condicionante; no sé proporcionan las condiciones mínimas y necesarias para el cuidado de sus trabajadorxs y pacientes; y finalmente hacen, que muchas veces por el miedo infundado las personas que tienen síntomas no los declaren

Hay que decir también que según los datos de la FESPROSA (Federación Sindical de Profesionales de La salud de la República Argentina), hasta el momento hay en todo el país más de 6.300 integrantes del sistema de salud contagiados de COVID-19, con 20 fallecidos. Es uno de los sectores  más afectados por contagios, en este sentido la titular FESPROSA. María Fernanda Boriotti planteó que “Sigue siendo muy alta esta tasa de contagios

Es importante tomar las decisiones y generar los recursos para abordar la pandemia y que no se sostenga el sistema sanitario bajo el costo de la vida de lxs trabajadorxs de salud.