|Por Ailín Colombo
Eva “Higui” de Jesús sufrió lo que sufren muchas lesbianas todos los días, era hostigada y acosada por un grupo de vecinos varones por su orientación sexual: por ser “chonga”, incluso, le habían quemado la casa para que se fuera del barrio. El 16 de octubre de 2016 este grupo de diez hombres la golpeó e intentó violarla cuando volvía a su casa en la localidad bonaerense de San Miguel. Fue víctima de un intento de “violación correctiva”, es decir, un crimen de odio que utiliza la violencia sexual como castigo por la identidad de la víctima.
Después de este hecho, Higui fue judicializada y encerrada en prisión porque no permitió que la violación se consume. Por el contrario, se defendió y asesinó a uno de sus atacantes.
Sólo durante el primer semestre de 2020 hubo 69 crímenes de odio contra la comunidad LGBTIQ+ motivados por discriminación contra la orientación sexual, expresión e identidad de género.
Higui estuvo presa ocho meses por defenderse. Se salvó de ser la próxima Natalia “Pepa” Gaitán, la joven lesbiana de Córdoba que fue fusilada por el padrastro de su novia el 7 de marzo de 2010. Si bien el hombre fue condenado, la causa no estuvo caratulada como crimen de odio. En homenaje a Pepa hoy se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica.
En Argentina, según el Observatorio de Crímenes de Odio LGBT, sólo durante el primer semestre de 2020 hubo 69 crímenes de odio contra la comunidad LGBTIQ+ motivados por discriminación contra la orientación sexual, expresión e identidad de género. El informe registra tanto asesinatos, suicidios y muertes por desidia estatal como lesiones a la integridad física. En cuanto a la autoría, el 29 por ciento fueron perpetrados por vecinos/as o personas conocidas de la víctima, como en los casos de Higui y Pepa.
Higui espera el juicio en libertad gracias a la lucha popular, luego de ocho meses de detención. Ella contó en una entrevista reciente a Página/12 que también sufrió vejaciones por su orientación sexual en los distintos penales y en la comisaría donde permaneció recluida. Aún sigue procesada por “homicidio simple”. Los movimientos LGTBIQ+ y feministas exigen su absolución alegando que fue atacada por lesbiana y procesada por defenderse.
Imagen de portada: Latinta.com