Por Ailín Colombo
Al desfinanciamiento de las políticas de derechos humanos que perpetró el gobierno de Javier Milei se le suman nuevos despidos masivos en la Secretaría de Derechos Humanos (DDHH) y espacios para la memoria. El anuncio se realizó en plenas fiestas de fin de año. En esta nota, las medidas de las y los trabajadores, y qué espacios se encuentran en inminente peligro.
Bajo la consigna “Una memoria que arde”, los trabajadores convocaron un festival este sábado 4 de enero en la entrada del Centro Cultural Haroldo Conti, que funciona en el predio del ex campo de concentración de la ESMA. La medida fue tomada en una masiva asamblea del 2 de enero pasado en respuesta a los despidos y el vaciamiento.
“El Conti” es uno de los espacios afectados. Sus trabajadores se enteraron en medio de las fiestas de fin de año que fueron suspendidos por un mes por el “cierre por reestructuración” del centro cultural, según les comunicó el secretario de DDHH, Alberto Baños. Desde ATE afirmaron que les informaron que tras ese período convocarán sólo a los trabajadores de planta permanente, es decir, que el futuro de los alrededor de 70 contratados es incierto.
Despidos bajo vigilancia: listas negras en la ex ESMA
Efectivos policiales con listas de despidos en mano en la puerta de su trabajo. Ese fue el escenario con el que los trabajadores de diferentes espacios de la ex ESMA se encontraron el pasado 2 de enero. Ya lo preveían, a fines de diciembre se efectivizó la cesantía de 400 trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos, que funciona en el predio. A su vez, ATE denunció “maniobras extorsivas” para el acatamiento de retiros voluntarios en la institución.
Por su parte, la Comisión Provincial por la Memoria instó a la justicia federal que investigue casos de inteligencia ilegal realizada sobre los trabajadores del sitio de memoria ex ESMA. El pasado 27 de diciembre, durante una manifestación contra el vaciamiento del espacio, advirtieron la presencia de personal policial de civil filmando a los manifestantes dentro y fuera del predio.
Incertidumbre en los espacios para la memoria
El destrato del actual gobierno hacia los organismos estatales de derechos humanos ya es moneda corriente. Tras un año de gestión, aún no se nombraron autoridades de algunos espacios, como el Centro Cultural Conti. En paralelo, el Ministerio de Defensa autorizó un acto de militares retirados por el “Día de la Armada” en la ex ESMA el pasado 17 de mayo, por mencionar algunos ejemplos.
En este contexto de negacionismo y reivindicación de la última dictadura genocida, toda política de derechos humanos sufrió ataques. A principios de su gestión, arrasaron con parte de los puestos de trabajo de espacios de la memoria y la Secretaría. Luego, redujeron a la mitad el salario de los trabajadores de esta última.
Continuaron con La Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), cuya Unidad Especial de Investigación (UEI) dejó de existir por decreto en agosto pasado. La UEI se encargaba de investigar la apropiación de bebés durante el terrorismo de Estado.
Otro organismo que corre peligro es Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado, que también sufrió recortes y despidos. Allí, sistematizan información sobre las víctimas del accionar represivo ilegal del Estado argentino.
Más despidos se registraron en sitios de la memoria donde funcionaron, durante el terrorismo de Estado, Centros de Tortura y Exterminio. Virrey Ceballos, ubicado en el barrio porteño de Monserrat, sufrió el despido de todo el personal. Ortelli, Olimpo y Club Atlético también tuvieron cesantías.
La memoria corre peligro
La gravedad de la medida va más allá de las familias sin sustento. Desde los organismos de derechos humanos advirtieron que “la investigación histórica, la producción de pruebas y de información que nutren los procesos judiciales y el camino de Verdad (…) quedan afectadas y en algunos casos ya no podrán realizarse”, comunicaron.
Los trabajadores, las trabajadoras y los organismos de DDHH levantan una alerta por las políticas de derechos humanos que supieron ser orgullo nacional y ejemplo mundial.