Por Ailin Colombo
“Al marchar, innumerables mujeres muertas proclaman a través de nuestro canto su antiguo clamor por el pan (…) Al marchar, traemos mejores días”, expresa el poema de James Oppenheim en solidaridad con las huelgas feministas de principios del siglo pasado y en referencia a las masacres ocurridas. Aquellas masacres y aquellas luchas, que se repiten cada 8M en forma de efeméride, tienen sus ejemplos en el presente más reciente. Tal es el caso de la masacre del taller textil Luis Viale, en el que tras un incendio murieron una trabajadora y cinco niños.
Marzo fue y es a través de la historia un mes de reivindicaciones feministas. El primer antecedente es marzo de 1857, miles de obreras textiles fueron reprimidas en una manifestación en Estados Unidos. El mismo mes de 1908, 129 trabajadoras que reclamaban aumento de salarios, reducción de la jornada laboral a 10 horas y fin del trabajo infantil, fueron quemadas en la textil Cotton Textile Factory. La patronal fue acusada de encerrarlas en la planta para que no pudieran unirse a la huelga.
Tras otra serie de huelgas, también en marzo pero de 1911, otras 146 trabajadoras textiles murieron durante un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, de Nueva York. La mayoría eran jóvenes migrantes. Un año después, miles de trabajadoras de las fábricas textiles culminaron la llamada Huelga de Pan y Rosas. Por más de 60 días sostuvieron el paro por mejores salarios y condiciones laborales.
“En el Día de la Mujer se recuerda a estas trabajadoras textiles y hoy las costureras seguimos muriendo quemadas”, reflexionó Lourdes Hidalgo, referente de los trabajadores víctimas de la masacre del taller clandestino Luis Viale. Este 8 de marzo, la “Comisión por la memoria y la justicia de los obreros textiles de Luis Viale” marcharán bajo la consigna “Paramos la máquina” (de coser) en conmemoración de las obreras textiles asesinadas por la desidia patronal de ayer y hoy, y en reclamo de justicia por la masacre que sufrieron.
Existen varios sucesos que marcaron el origen del Día de la Mujer, entre ellos, las huelgas textiles de marzo. En 1910, se realizó la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca, allí se fijó la efeméride para ese mes, pero sin fecha determinada. Las primeras en conmemorarlo el 8 de marzo fueron las soviéticas. Recién en 1977 el día se institucionalizó de manera mundial tras la declaración de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer.
Juana Vilca, de 25 años, embarazada, murió durante el incendio del taller textil clandestino de la calle Luis Viale, en el barrio porteño de Caballito, también en marzo. Fue hace casi 17 años, el 30 de marzo del 2006, junto a ella murieron cinco niños hijos de los trabajadores que vivían hacinados en el piso de arriba del lugar. Al igual que en los casos de New York, quienes trabajaban allí eran migrantes, todos de la comunidad boliviana, muchos traídos al país en condiciones de trata. Durante una entrevista realizada por Revista Resistencias el año pasado, Lourdes sentenció “todos fueron víctimas de explotación laboral y racismo”.
La jornada en Luis Viale no distaba mucho de las condiciones de trabajo del siglo pasado, trabajaban de 7 a 22. El salario se cobraba cada tres meses para poder tener a los trabajadores retenidos. Sobre la máquina comían. En el mismo espacio de dos plantas vivían los más de 40 textiles con sus familias para los que había un solo baño. Debido al hacinamiento, al mal estado de las instalaciones y a los materiales inflamables, como las telas, tras el cortocircuito que inició el incendio, el lugar se prendió al instante.
Pasaron más de 100 años de esas primeras huelgas de las trabajadoras textiles y aún siguen muriendo bajo la explotación laboral y por la codicia patronal. En cada actividad, cada marcha y cada lugar al que va, Lourdes recuerda incansable: “nunca olviden que la ropa que están usando está manchada con la sangre de las trabajadoras textiles que murieron cosiendo”. Este 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, cabe destacar el rol de las textiles dentro del feminismo. Hoy, ese fuego que buscó acallar los reclamos de las huelguistas de marzo se transforma en lucha y abrasa las calles del mundo.