Por David Pike Lizárraga
El diputado nacional del Frente de Todos previo a la votación en la cámara baja del acuerdo con el FMI, al cual define como “un programa de refinanciación de un acuerdo que hizo Macri”, anticipa las razones de su voto positivo, “no resolver eso… trae más problemas para el pueblo que resolverlo como lo estamos resolviendo”.
El referente del partido bonaerense de San Martín y militante del Movimiento Evita, conoce en detalle los barrios populares, “todo el mundo sabe que el FMI es una mierda, en los barrios no hay que explicarle a nadie eso; pero también saben que Alberto tiene que arreglar todos los problemas que dejó Macri”. Afirma que ante la crisis económica, “el gobierno lo que ha tratado es que el acuerdo con el Fondo no sea una traba para resolver esas urgencias”.
“Desde el 2015, estamos planteando fuertemente la construcción de un Ministerio de la Economía Popular para darle institucionalidad a un proceso social”, declara Leonardo Grosso, y dice “no tener dudas” que existen la correlación de fuerzas para ello. Cree que la fórmula para el crecimiento desde abajo es “la economía en pesos”.
Aprovechamos para consultarle a uno de los impulsores de la Ley de Humedales, la cual se volvió a presentar la semana pasada en el Congreso, “entendemos que están dadas todas las condiciones para empujar y esta vez lograr, habrá que cambiar el dicho, “que la cuarta sea la vencida””
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¿Cómo vez la votación del acuerdo con el FMI?
Es un tema bastante complejo para la Argentina y el interior de nuestro espacio político. La realidad es que no se está votando un acuerdo, la realidad es que lo que se está tratando es un programa de refinanciación de un acuerdo que hizo Macri hace ya un par de años, y que no tenía contemplado la posibilidad real de que la Argentina pague. Entonces, ante ese escenario, Argentina o entra en default o mora o cesación de pago, como quieran llamarlo, con las implicancias económicas y sociales que eso tiene, o avanza con la refinanciación de la deuda.
No es el escenario que nuestro espacio político hubiera querido, nosotros no hubiésemos acordado jamás con el FMI. La verdad que somos el espacio político que pagó serialmente las deudas contraídas por otros gobiernos en distintas oportunidades, lamentablemente, y todo esto lo pensamos porque sabemos que estas son estrategias de subyugación de los organismos financieros internacionales para las economías como las nuestras.
Pero, lo cierto es que, no resolver eso que generó Macri, insisto, trae más problemas para el pueblo que resolverlo como lo estamos resolviendo.
Salgamos de la rosca del Congreso, vos que sos un diputado de los movimientos sociales, ¿cómo le comentas esto a los compañeros y compañeras de los barrios populares?
Lo que pasa es que para la gente es más sencillo, todo el mundo sabe que el FMI es una mierda, en los barrios no hay que explicarle a nadie eso. Pero también todo el mundo sabe que Alberto tiene que arreglar todos los problemas que dejó Macri.
Los compañeros en los barrios te dicen “¿qué va a pasar?”. Te hablan de los problemas de la política, “como ehh ¿qué está pasando? Che ponganse de acuerdo, arreglen sus problemas y resuelvan, porque tenemos que salir de esta”.
La crisis económica que vive la Argentina es una de las crisis más largas y más graves de la historia. Hay que empezar a pensar en el 2017 como el inicio de una crisis económica que en el gobierno de Macri terminó con la emergencia social, económica y hasta alimentaria declarada en la Argentina y que dos años después, no se ha resuelto. Agravado por la pandemia, pero no se ha resuelto.
Nosotros ahora estamos volviendo con el rebote económico a la situación económica pre-pandémica. Es decir, al desastre que nos ha dejado Macri.
¿Y esas urgencias el acuerdo con el fondo va a ayudar a que se puedan resolver?
El gobierno lo que ha tratado es que el acuerdo con el Fondo no sea una traba para resolver esas urgencias, y ha hecho un esfuerzo enorme. Los editorialistas del mundo leen este acuerdo como una confesión de parte del Fondo Monetario. Todo el mundo dice “el Fondo hizo un acuerdo donde deja de lado un montón de exigencias que le hace al resto de los países porque sabe que metió la pata al darle tanta plata a Macri, que se la gastaron en la fuga”. Entonces, si el mundo entero lee eso, ¿por qué nosotros acá no lo vamos a leer? El esfuerzo del gobierno argentino está puesto en eso. Acá no se piden reformas impositivas, jubilatorias, laborales, no se ajusta ni la partida de presupuesto de obras públicas, ni de políticas sociales.”
El problema es otro y nosotros lo tenemos que resolver acá, cuáles son las políticas para generar empleo en la Argentina, si son las políticas que alimentan las grandes inversiones de las empresas capitalista transnacionales -cosa que yo creo que está bien, pero que no alcanza- o si ponemos guita en la economía popular, en los sectores de abajo, que es lo que nosotros entendemos que va a encender realmente la economía y generar distribución del ingreso.
¿Hay perspectiva para eso?
Nosotros estamos peleando por eso. Desde el 2015 que estamos planteando fuertemente la construcción de un Ministerio de la Economía Popular para darle institucionalidad a un proceso social.
La palabra del momento parece ser “correlación de fuerzas”, ¿crees que da para eso?
Para crear el Ministerio de la Economía Popular no tengo dudas. El Estado argentino no reconocía a los trabajadores y trabajadoras, pero en plena pandemia largó el IFE y se anotaron 9 millones de personas, de las cuales 2 millones son monotributistas, el resto son todos trabajadores de la economía popular, es el sector que nosotros venimos planteando. Produce riqueza, trabaja, se mueve todos los días, pero no tiene los mismos derechos que los trabajadores y trabajadoras.
¿Hay perspectiva para crecer desde abajo?
Hay perspectiva para crecer desde abajo. Nosotros creemos, de hecho, que esa es la fórmula para crecer: la economía en pesos. La economía en dólares está con las complicaciones del mundo, de la pandemia, de la guerra y la concentración económica y transnacional que tiene hace muchísimos años. Nosotros creemos que hay que apostar a la economía en pesos, poner plata ahí, herramientas, insumos. Distribución directa para que el pueblo trabaje con dignidad y pueda vivir bien.
Sos una de las caras visibles de la Ley de Humedales, ¿qué me podés contar de eso en este nuevo año legislativo?
Representamos el proyecto que había logrado dictamen en noviembre del 2020, al calor de la quema de 1 millón de hectáreas de humedales en el Delta del Paraná. Después durmió esa ley porque los lobbys tienen poder en los representantes del pueblo también y muchos diputados y diputadas de los bloques, inclusive el nuestro, miraron para otro lado y no asumieron el compromiso que necesitábamos para sacar esa ley.
Nosotros creemos que el dictamen que se había logrado en la Comisión que yo presido es la base de la discusión que tenemos que tener ahora para hacerlo más rápido. Así que lo re-presentamos el 2 de marzo, porque el primero arrancó el año legislativo, marcando la necesidad de que esto salga.
Con Corrientes prendiéndose fuego
Otro millón de hectáreas prendidas fuego, miles de millones de pesos del Estado nacional puestos a subsidiar la recuperación económica de una provincia que fue la primera en oponerse al tratamiento de la Ley de Humedales con la excusa de que eso era un costo adicional para los sectores de la producción y que entonces iba a ahuyentar las inversiones. La realidad es que los costos terminan siendo más altos cuando no proteges los ecosistemas porque se te prende fuego el 11% del territorio de una provincia.
Así que nosotros entendemos que están dadas todas las condiciones para empujar y esta vez lograr que, habrá que cambiar el dicho, “que la cuarta sea la vencida”, y que la política se haga cargo de que hay que regular la actividad económica en los ecosistemas de humedales en toda la Argentina para poder preservarlos, porque esos servicios que brindan estos sistemas son vitales para el desarrollo no sólo de la actividad económica, sino de la vida en nuestro país.