Ante la creciente inflación, el gobierno decidió adelantar el incremento del salario mínimo y dio el visto bueno para la reapertura de las paritarias ante el fuerte aumento de la inflación. Este adelanto impactará en los programas de trabajo que reciben cientos de miles trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Crece la presión gremial por la reapertura de paritarias
|Por Ailín Colombo
La reapertura de paritarias fue iniciada con el visto bueno del Gobierno Nacional el mes pasado con el aumento de un 45 por ciento conseguido por la Asociación Bancaria. En línea con el cierre de acuerdos salariales de las últimas semanas, la Federación del Sindicato de Comercio, el gremio con mayor cantidad de afiliados y afiliadas en el país, reabrió ayer las paritarias con resistencia empresarial. La medida afectará a más de un millón de trabajadores. El adelanto de acuerdos es consecuencia del anticipo del salario mínimo, vital y móvil que alcanzará el 35 por ciento de aumento en septiembre y no en febrero como estaba previsto.
La decisión tomada por el Gobierno Nacional busca contener las demandas por el incremento de la inflación y “para que la economía sostenga la reactivación”, como dictaminó la resolución publicada en el Boletín Oficial el 6 de julio pasado. Tengamos en cuenta que según el INDEC, el 50 por ciento de la población ocupada percibe un ingreso medio de 30 mil pesos, es decir, menos de la mitad de la canasta básica que, como establece el mismo organismo, para un grupo familiar promedio es de poco más de 64 mil pesos. Además, el incremento del salario mínimo tendrá un impacto positivo en los programas Potenciar Trabajo, Acompañar, Progresar y jubilaciones, para los cuales también se anticipan los aumentos acordados.
Redacción Resistencias
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Por otro lado, la resolución sostiene la cláusula que prevé una nueva revisión del salario mínimo en septiembre. Estas medidas se toman en el marco de reclamos gremiales que exigen la apertura de nuevas paritarias. Tal es el caso de la UOM y Luz y Fuerza. En cuanto a la seguidilla de paritarias, fue comenzada por el gobierno, que acordó un 45,5 por ciento para el personal del ANSES el 17 de junio pasado. Otros gremios que cerraron acuerdos paritarios fueron Químicos, con recomposición salarial de un 42 por ciento en los próximos ocho meses. El gremio de portuarios, por su parte, un 45 por ciento.
Cabe destacar que el mundo gremial no sólo se encuentra convulsionado por los acuerdos paritarios, además, crecen los despidos y quiebras en el país. Por nombrar algunos conflictos, ayer el complejo hotelero marplatense Torres de Manantiales anunció el cierre y dejó a 230 familias sin trabajo. En la localidad bonaerense de San Fernando, Bimbo cerró su planta por lo que 300 trabajadores reclaman una reubicación, al igual que Garbarino, que hace tres meses adeuda salarios así como aportes sociales y amenaza la fuente de trabajo de 4 mil personas. Por último, la seccional de Santa Fe de UTA levantó el paro luego de cinco días tras acordar el pago de los salarios y los bonos adeudados.
Parte de las promesas electorales del actual gobierno fueron recuperar lo perdido durante el macrismo. Durante los cuatro años de la gestión anterior, las y los trabajadores perdieron un 19 por ciento de poder adquisitivo. A este panorama le sucedió la escalada inflacionaria durante la pandemia, que cerró el 2020 en 36,1 por ciento, según el INDEC, y que dificultó el cierre de paritarias, habiendo pocos gremios logrado estar por encima de este número. Por lo cual, los y las trabajadores que podrían lograr este año empatarle a la inflación, aún esperan la promesa de recuperar lo perdido, lo que devela un futuro incierto para la reactivación prometida por el gobierno.