Cobertura fotográfica: Ludmila Gutiérrez

En las puertas del Palacio de Tribunales, se concentraron familiares, amigxs, compañerxs y más de dos mil personas solidarias con el pedido de justicia por Lucas González. El joven jugador de las inferiores de Barracas Central asesinado por la Policía de la Ciudad.

Allí, a espaldas del histórico edificio, se montó un escenario desde donde hablaron su mamá, Cintia, su papá, Héctor, amigos y familiares de los otros tres chicos que estaban junto a Lucas. La convocatoria fue realizada por la mamá y el papá de Lucas, pidiendo que se portara una vela.

Cintia dijo desde el escenario, “estas son las armas de mi hijo”, mostrando sus botines de entrenamiento y haciendo referencia al arma hallada en el asiento trasero del auto denunciada como “plantada” por los policías. Dos de ellos reconocieron haber disparado al auto. La mamá de Lucas pidió prisión perpetua para los policías implicados.

El caso de Lucas genera una gran conmoción, por las circunstancias indignantes en las que se dió, como en el repudio generalizado al accionar de las fuerzas represivas. Desde su creación, la Policía de la Ciudad lleva 121 casos de gatillo fácil.