Trabajadores de Trenes Argentinos denuncian persecución por parte de la empresa y el gobierno. Tres miembros de “Ferroviarios en Lucha” fueron imputados por cortar las vías en reclamo de sus puestos de trabajo. Revista Resistencias charló con Diego Restituto, uno de los procesados que señaló que se trata de una causa armada.

|Por Ailín Colombo

Durante el gobierno de Mauricio Macri, alrededor de 2500 trabajadores ferroviarios de Trenes Argentinos pertenecientes a la líneas Mitre, San Martín, Sarmiento, Belgrano y Roca (de ella su mayoría, alrededor de 1500) fueron despedidos en una política de ajuste y reducción del Estado. A estos, se les suman otras 2500 familias que quedaron en la calle tras la decisión de la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal de cerrar Ferrobaires, que además perjudicó a cientos de pueblos y ciudades.

A lo largo de casi cuatro años de reclamos, los despedidos que conformaron el espacio “Ferroviarios en Lucha” señalaron que fueron víctimas de aprietes de la empresa en complicidad con el gremio, retiros voluntarios forzosos, persecución sindical y adeudamiento de indemnizaciones. Actualmente, tres de sus miembros fueron acusados ante la Justicia por cortes de vías que realizaron para exigir su reincorporación. Revista Resistencias entrevistó a Diego Restituto, uno de los imputados y trabajador despedido de Línea Roca que denunció que se tratan de causas armadas para intimidarlos orquestadas por la empresa y el gobierno actual.

¿En qué circunstancias se dieron los despidos en Trenes Argentinos?

Hubo distintas formas de desvincular a los trabajadores. Algunos fueron despedidos con causas armadas, como en mi caso. Por ser activista en una de las listas opositoras a la burocracia sindical, me persiguieron a lo largo de los 17 años que trabajé en la empresa con una acumulación de causas y sanciones. Cuando llegó un gobierno que dijo ‘vamos a ajustar’ me despidieron, como a muchos compañeros que participamos en la gesta del 2010, cuando la patota mató a Mariano Ferreyra y se logró el pase a planta de todos los tercerizados.

También hubo despidos sin causa. Les dijeron que ya no necesitaban de sus servicios y los echaron. A algunos los indemnizaron, a otros no. Hubo un sector al que los apretaron. Los llamaban a la oficina de Recursos Humanos, con dos o tres patovicas del gremio en la puerta y les decían: ‘Mirá, tenes este problema, firmá acá y andate, te pagamos tanto y si no, mañana te echamos sin un peso’. Así, los trabajadores, ante el miedo, sin asesoramiento legal y muchos con desconocimiento no supieron cómo defenderse, dijeron: ‘Bueno, me voy aunque sea con un manguito que, por lo menos, me compro un auto y me voy a remissear’. Esa fue la manera en que terminan desvinculando a más de 2500 ferroviarios. Más allá de la forma, existió una decisión política del gobierno anterior de ajustar hacia los trabajadores.

¿Y con el actual gobierno como siguió la situación?

El gobierno actual, en campaña, decía que venía a devolver lo que el gobierno anterior le había quitado a los trabajadores. Hasta el día de la fecha lo que sigue haciendo es avalar ese modelo de ajuste, porque al no reincoporarnos y seguir bicicleteándonos en cada audiencia, están asintiendo todo lo que el gobierno anterior hizo.            

El Ministerio de Trabajo sacó miles de comunicados oficiales. En un momento sacaron uno diciendo que éramos personas ajenas a la empresa, que éramos de una tercerizada X que ya no prestaba servicios en ferrocarriles. Sin embargo, el último corte que hicimos tuvo mucha repercusión en la prensa y la empresa reconoció que éramos ferroviarios de planta despedidos.

Los han convocado a mesas de negociación, ¿Obtuvieron alguna respuesta? ¿Qué conclusiones sacaron a partir de ellas?

La conclusión que sacamos es que, en realidad, no fueron mesas reales de negociación, sino que fue un tanteo de parte del Ministerio de Transporte y el Ministerio de Trabajo para ver quién subía a esas mesas, qué compañeros venderían la lucha por migajas y quiénes no.

En las mesas anteriores hubo un grupo que nos vendió. Ellos fueron utilizados para infiltrarse en nuestras filas. De hecho, uno de ellos es familiar del Jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero. A ese sector que accedió a hacer el trabajo sucio del gobierno les dieron trabajos en el puerto, en Aysa, en el subte. Así lograron dividir el grupo.

También, a los tres que en ese momento el gobierno intentó corromper y no pudo, nos persiguen con estas causas judiciales truchas. Nos imputan por el delito federal de cortes de vías. Por otro lado, nos quisieron imputar por causas truchas como amenazas hacia el familiar de Cafiero, pero el juez falló a favor nuestro porque no hay méritos suficientes. Nos denunciaron para detenernos y así aleccionar a las clases trabajadoras para que nadie salga a pelear por sus derechos.

¿En qué juzgado se encuentra la causa?

En el Juzgado Federal de Quilmes que está en avenida 12 de octubre al 3300. Ahí tenemos que ir a declarar el 11 de mayo a las 10 de la mañana. Ese día esperamos una gran movilización de todos los sectores que están en lucha, porque el ataque no es sólo hacia nosotros, sino que es hacia toda la clase trabajadora.

En definitiva, es un mensaje de aleccionamiento hacia todo el sector de trabajadores en lucha. Quieren meter miedo para que nadie salga a defender los derechos que le corresponden. Así que, queremos convocar a una manifestación para apoyar la no criminalización de la protesta, porque luchar por el trabajo no es ningún delito. Fuimos despedidos por el ajuste que implementó el gobierno anterior hacia los trabajadores estatales, fuimos víctimas de ese modelo. Sabemos que en un gobierno neoliberal las políticas del ajuste las pagan los sectores de trabajadores que dependen del Estado.

En enero del 2020 denunciaron que una patota los atacó durante un corte de vías que estaban realizando ¿Cuál es el rol que cumplió el gremio?

Seguimos viendo la complicidad del Estado, que sigue avalando esas burocracias sindicales que están atornilladas hace veinte siglos en las direcciones de los sindicatos.

Además, cómo puede ser que una patota de trescientas personas fue sobre la vía, desde Constitución hasta Avellaneda, y la policía no vio nada. Ahí es evidente que hay complicidad del Estado, que permite que la policía libere la zona. Hay cámaras por todos lados, ninguna cámara tomó que venían trescientas personas arriba de las vías.

Esto era una patota como la del 2010, que el sindicato habrá contratado para que venga a reprimirnos. Ellos no se van a ensuciar las manos y el Estado tampoco va a querer que la policía quede mal vista por habernos reprimido.


Foto de portada: Página 12