|Por Ailín Colombo

El movimiento feminista recibió con alegría el anuncio de que el poder ejecutivo haya enviado el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo ayer por la tarde al Congreso de la Nación. El anuncio del Presidente Alberto Fernandez vía Twitter dio respuestas a la lucha que lleva adelante la militancia de millones de mujeres y disidencias a lo largo de la historia.

El proyecto regula la interrupción del embarazo para mujeres y para “personas con otras identidades de género con capacidad de gestar” hasta la semana 14 de gestación inclusive sin causales. Posterior a ese plazo, podrán acceder a la ILE quien curse un embarazo producto de una violación o si estuviese en peligro la vida o salud integral de la persona gestante.

En cuanto a las personas menores de edad, el proyecto establece que debe haber consentimiento de ambos o uno de los padres para realizar la intervención en menores de 13 años, y en el caso de les adolescentes de 13 a 16 años, “se presume que cuentan con aptitud y madurez suficiente para decidir la práctica”.

Otro punto importante es el artículo 10, que permite la objeción de conciencia individual, no así a nivel institucional. No obstante, establece que “en caso de que la vida o la salud de la persona gestante esté en peligro” no puede haber negativa por parte del personal de salud. Además, la ley garantiza la confidencialidad de la intervención así como la atención postaborto para toda persona gestante.

Por otro lado, la ley hace hincapié en la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas y en la capacitación con perspectiva de género y diversidad sexual a docentes, personal de salud y funcionarias y funcionarios públicos que actúen en los procesos de atención, contencion y seguimiento de las personas que se realicen abortos.

En este marco, la Campaña Nacional por el Aborto Legal convoca esta tarde a diferentes manifestaciones en todo el país para que las multitudes feministas sigan exigiendo el acceso al derecho a abortar. La entrada del proyecto al Congreso es un gran avance, pero el feminismo seguirá su lucha hasta que, finalmente, sea ley.


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