|Texto Antonella Giuso

|Desgrabación Ailín Colombo

|Fotos Ludmila Gutiérrez

‌‌En un nuevo aniversario de la revuelta de Stonewall, se llevó adelante la sexta Marcha Plurinacional contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios. A días de la aprobación del cupo laboral travesti-trans y con el reclamo a viva voz por la aparición con vida de Tehuel De la Torre, un centenar de personas se congregaron en el Congreso para visibilizar las demandas de un sector profundamente marginado.

La movilización se gestó tras el travesticidio de Diana Sacayán (2015) al que le sucedió la repentina muerte de Lohana Berkins (2016), ambas referentes transfeministas, dejaron en la comunidad una tarea clave y urgente: interpelar a la sociedad para que deje de mirar hacia un costado. La fecha elegida es en reivindicación a la Revuelta de 1969, en Estados Unidos, protagonizada por el colectivo lgbt+ contra la violencia policial y sistemática a la que se les sometía. Entre les organizadores de aquella fecha, la travesti y latina, Sylvia Rivera, fue una de sus figuras claves.

Hoy, los reclamos abarcan desde la reparación histórica a quienes han sufrido los edictos policiales o la prisión por su identidad, la salud integral y despatologización de las identidades lgbt+, hasta consignas más centrales como la aplicación del cupo laboral travesti-trans, conquistado hace días, del cual se espera que genere respuestas a la exclusión laboral que arroja a travestis, transgeneros y transexuales a la prostitución como única manera de solventar sus vidas.


Fotoreportaje: Sanción del cupo laboral travesti-trans
Fotos: Ludmila Quimey Postales de una jornada histórica y de ampliación de derechos, protagonizada porel colectivo travesti-trans y su lucha. Con 55 votos a favor, 6 abstenciones y 1 en contra, se aprobó la Ley dePromoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales yTran…
“Ahora podemos elegir”
Ayer, el colectivo travesti-trans fue protagonista de una jornada histórica decelebración, lucha y conquista de derechos. Pasadas las 18 h, el altoparlantedel Congreso se dirigió a la plaza colmada de festejos, banderas y carteles.Confirmó lo que todes estaban esperando: el cupo laboral travest…

Pese a lo avanzado, las cifras espantosas siguen ahí, inamovibles

Durante el acto de cierre, referentes de la comunidad leyeron un documento en el que recordaron casos como el de Wanda Soraya, mujer trans asesinada en La Plata de dos disparos en plena calle y el de Joe Lemonge, hombre trans procesado por defenderse de un ataque trans-odiante, actos que reflejan la violencia existente en la sociedad y que no son “un hecho aislado, sino que responde a la violencia sistemática que sufre nuestra comunidad”, afirmaron.

Además, expresaron la preocupación por no contar con cifras oficiales que registren los crímenes de odio hacia las identidades TTT. “Hoy el promedio de vida de la población travesti-trans ronda los 35, 40 años. En 2007 la edad promedio de muerte era los 32, pese a lo avanzado, las cifras espantosas siguen ahí, inamovibles”.

Según datos del Observatorio MuMaLá, desde el 1° de enero al 27 de junio del año 2021, elaborado a partir de medios gráficos y digitales se registraron 29 Ataques de Odio, 6 Crímenes de Odio, 35 trans/travesticidios sociales. De estos ataques fueron víctimas el 82% Travestis y mujeres trans, 6% No binaries, 6% Lesbianas, 3% Varones trans y 3% Gays / Maricas.

Muertes evitables, responsabilidad del Estado

Llamamos trans-travesticidio social a la muerte causada por la profunda situación de exclusión estructural en la que se encuentra la mayor parte de nuestra comunidad. Aludiendo a la flagelación personal y a la peligrosidad social de la que somos víctimas y que termina provocando la muerte. Muertes evitables, tanto por falta de acceso a las instituciones protectoras de nuestros derechos como por la indiferencia comunitaria. Un imaginario social deshumanizante habilita los ataques por parte de cualquier ciudadano o ciudadana”.

Por otro lado, manifestaron que la necesidad de una reparación historica surge de la violencia, la tortura, entro otros crimenes de lesa humanidad hacia la comunidad travesti-trans, que fueron legitimados por el Estado bajo los edictos policiales y codigos contravencionales, en mayor grado hacia las personas racializadas, migrantes y de clase popular. “Es necesaria la reparación pecuniaria y simbólica para las personas travesti-trans que sufrimos violaciones de derechos humanos por parte del Estado”.

El tiempo de la revolución es ahora

Dos años atrás, en la cuarta edición de la marcha contra los tttcidios, les organizadores contaron que la idea de realizar la convocatoria fue un pedido explícito de Lohana Berkins luego del travesticidio de Diana. Sus compañeras más cercanas y otres tantes que se sintieron interpelades, hoy continúan un legado que no tiene vuelta atrás. Allí afirmaron “las calles son nuestras porque ahí nos expulsaron, ahí nos prohibieron y ahí nos mataron, entonces ahí marcharemos por la muertes de nuestras compañeras y compañerxs, y por el orgullo de nuestra historia (...) el tiempo de la revolución es ahora. Nuestras existencias se afirman en un movimiento político de cambios y horizontes, no es un detalle de color, sabemos que queremos y contra qué peleamos”.