|Por Ailín Colombo

El mismo día que Chile celebra el Día de la Independencia de la corona española se cumplen 11 meses del estallido social iniciado por estudiantes de Santiago a raíz de la suba del boleto del subterráneo. Comenzó con una masiva evasión del pago del transporte público en la que los manifestantes llamaron a “saltar los torniquetes del Metro”. A medida que se incrementaban y replicaban las protestas a lo largo del país aumentaba la represión por parte de Carabineros. Como resultado, el día 18 de octubre de 2019, el Presidente Sebastián Piñera declaró estado de sitio y toque de queda. Además, el por entonces ministro del Interior y Seguridad, Andrés Chadwick (que renunció 10 días después)  anunció reprimendas legales contra quién se manifieste.

Estas medidas lejos de generar calma intensificaron las protestas que no cesaron hasta el inicio de la pandemia por Covid 19, en febrero pasado. Las manifestaciones tomaron otro tinte a medida que se fueron desarrollando: ya no eran sólo los 30 pesos de aumento del boleto, eran los más de 30 años de opresión del pueblo chileno que nunca sanó las heridas impunes de la dictadura genocida de Augusto Pinochet. El reclamo principal de la revuelta es la formación de una Asamblea Constitucional que responda a la “Nueva Agenda Social”, como se llamó a la suma de demandas sociales relacionadas con las pensiones, la salud, los salarios, administración pública, causas indígenas, recursos naturales y reducción del costo de vida. Asimismo, se exige justicia por los asesinados y mutilados durante las protestas.

A medida que se restablece la normalidad en medio de la pandemia, el pueblo chileno comienza a ocupar de nuevo las calles de cara al plebiscito nacional convocado para el próximo  25 de octubre que definirá si se redactará una nueva Constitución y qué mecanismos serán utilizados para la misma.

Cuando triunfe la Revuelta

Once meses de estallido,

la lucha no cesó nunca,

tampoco quedará trunca

porque el pueblo ya está unido.

No hay que estar desprevenido

ni olvidarse del inicio,

tampoco del sacrificio

de tantos presos y muertos.

A mantenerse despiertos

ante lo falso y ficticio.

Respetar la diferencia

entre gente luchadora,

escucharnos bien ahora

con atención y paciencia.

El tiempo es de resistencia

y de construir lo nuevo,

es por eso que hoy abrevo

en la verdadera historia.

En el alma y la memoria

todos los mártires llevo.

La dictadura y su herencia

a casi todos alcanza,

cuando es así, la balanza

distorsiona la conciencia.

Día de la Independencia

con hambre, con represión,

requiere gran cohesión

y debate bien profundo,

cambiemos Chile y el mundo

con lucidez y pasión.

Con el corazón ardiente

y nuestra mente serena,

el alma de amor se llena

por la juventud valiente.

Primera Línea insurgente,

henchida de honor y gloria,

vanguardia de la victoria

en la Plaza, en poblaciones,

en las tomas y regiones.

Dorada es tu trayectoria.

Seremos independientes

cuando triunfe la revuelta,

la valentía resuelta

suma a los indiferentes.

¡Que  vivan los disidentes

que no se dan por vencidos!

¡Que vivan los estallidos

por justicia y dignidad!

Por un Chile de igualdad,

¡salud, compitas queridos!

“Cuando triunfe la Revuelta” de Beatriz Villar

Beatriz Villar es una cantautora y poeta del partido bonaerense Lomas de Zamora radicada en Chile desde 2018. Es autora del libro de poesía “La luz está en Chile”, escrito antes, durante y después de las revueltas, en el que además recolectó testimonios de participantes de las manifestaciones.


Imágenes: @OjoPrimate