Por Ailin Colombo

Se cumplen 14 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López

En un nuevo aniversario de su segunda desaparición forzada, aún no hay rastros del testigo crucial del juicio que condenó a cadena perpetua  al represor de la última dictadura genocida Miguel Etchecolatz.

“Aparece Patricia Dell’ Orto con el marido (Ambrosio Di Marco) toda torturada, la torturan un día o dos junto con nosotros. Nos hacían preguntas: “¿Qué hacían ustedes en la Unidad Básica?” y Patricia no respondía. El marido estaba tirado todo lastimado (…).

“Después la sacan a Patricia. Patricia les gritaba: “¡No me maten, no me maten! ¡Llévenme a una cárcel pero no me maten! ¡Quiero criar a mi nenita, mi hija!”, gritaba. Y van a ver ustedes un día si encuentran el cadáver o la cabeza, que tiene el tiro metido de acá y le sale por acá” (señala primero la frente y luego la nuca).

“Si un día salgo y lo encuentro a Etchecolatz yo lo voy a matar, así pensaba. Y después dije: ‘Qué voy a matar a una porquería de esas’. Un asesino serial, no tenía compasión. Él personalmente, les digo a todos los presentes, dirigió la matanza esa.” El que habla es Jorge Julio López, el albañil jubilado y ex militante de la Unidad Básica “Juan Pablo Maestre” de la localidad de Los Hornos, partido bonaerense de La Plata. Declaró en el juicio contra el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz, el 28 de junio de 2006, las torturas y vejámenes que sufrió en su detención así como testigo de los asesinatos de sus compañeros de militancia Dell’Orto, De Marco y Norberto Rodas. El grupo estuvo secuestrado en el ex Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como “El Pozo de Arana” durante octubre de 1976.

Fuente: Periodico El Progreso

El ex detenido durante la última Dictadura Cívico-Militar de 76 años fue desaparecido por segunda vez luego de salir de su casa en Los Hornos, con destino a presenciar los alegatos contra su torturador Etchecolatz el 18 de septiembre de 2006. López decidió dirigirse solo a pesar de que debía esperar a su sobrino para que lo acompañe rumbo al Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, dónde se realizaban los juicios de lesa humanidad, luego de una impunidad de 30 años.

Ayer, en una entrevista con la agencia de noticias Télam, su hijo Rubén López reclamó que la causa sea recaratulada como “desaparición forzada”, ya que sigue siendo “presunta desaparición de persona”. Cabe remarcar que el testimonio de su padre fue esencial para la condena por “delito de lesa humanidad cometidos en el marco de genocidio” del ex jefe de investigaciones de la Policía Bonaerense y mano derecha del represor Ramón Camps. Además, el año de la segunda desaparición del albañil se le revocó el beneficio de prisión domiciliaria. Sobre Etchecolatz pesan cuatro condenas a reclusión perpetua.

En 2014 se juzgó y condenó al ex policía por los delitos cometidos en el ex CCD “La Cacha”. Durante la lectura de la sentencia fue fotografiado por Leo Vaca con un manuscrito que decía “Jorge Julio López secuestrar”, papel que quiso entregar al Tribunal. Por este hecho fue imputado por el delito de “intimidación y perturbación del ejercicio de las funciones públicas”.

Fuente: Revista Haroldo (ensayo "Jorge Julio López. Desaparecido en Democracia")

Durante el primer año y medio de la desaparición de López la búsqueda estuvo a cargo de la Policía Bonaerense, hecho que fue cuestionado por los organismos de Derechos Humanos. La investigación giró en torno de la familia e incluso se allanó de manera ilegal la casa de otra testigo y víctima de terrorismo de Estado Nilda Eloy Martínez, quien también declaró contra Etchecolatz en 2006. Hay que destacar que hasta que fue exonerado en 2016, Etchecolatz mantuvo su condición de policía.

López nació el 25 de noviembre de 1929 en General Villegas. Se mudó en 1955 a la localidad de Los Hornos, donde comenzó a colaborar en una unidad básica. Es padre de dos hijos y se dedicó a la albañilería. Nunca habló de su secuestro hasta los Juicios por la Verdad de 1999, pero realizó investigaciones propias para reconocer lugares de detención así como a sus torturadores. También registró todo lo vivido en escritos y dibujos que tituló “Archivo negro de los años en que uno vivía a donde termina la vida y empieza la muerte”.

El 27 de octubre de 1976 fue secuestrado junto a sus compañeros de militancia durante la última Dictadura Cívico-Militar. Recorrió en calidad de detenido-desaparecido cuatro CCD: Pozo de Arana, la Comisaría Quinta y la Comisaría Octava. El 4 de abril de 1977 se dispuso su detención formal sin juicio en la Unidad Penal Nº 9 de la Plata y fue liberado el 25 de junio de 1979. Luego de su segunda desaparición del 2006 no se tiene noticias de su paradero pero se presume que fue secuestrado por grupos parapoliciales relacionados a la Policía Bonaerense.