Hoy se cumplen 11 años del asesinato de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, por una patota de la Unión Ferroviaria. Fue el 20 de octubre de 2010 durante una manifestación en Avellaneda en reclamo por el pase a planta permanente de miles de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Línea Roca y la reincorporación despedidos de diferentes empresas que prestaban servicio al ferrocarril. Tras las agresiones de la patota y la represión policial, los manifestantes se retiraban del lugar cuando Gabriel Sánchez y Cristian Favale dispararon contra las columnas e hirieron a cuatro personas, entre ellas a Mariano, que recibió un tiro de Favale en el abdomen y murió.
Tras el juicio por el asesinato, que finalizó en 2013, fueron condenados 14 personas, entre ellos a José Pedraza, secretario general de la Unión Ferroviaria, por instigador, ya que contrató a la patota para hostigar a los trabajadores. Pedraza murió en el 2018 en prisión domiciliaria. Además, durante el juicio se comprobó la complicidad policial en el hecho. Por otro lado, los tercerizados lograron la incorporación a planta permanente gracias a la lucha de más de dos mil trabajadores.
En la actualidad, la lucha de los trabajadores tercerizados sigue vigente, ya que desde hace más de un año cientos de trabajadores ferroviarios siguen denunciando la estafa laboral que implica la tercerización con cortes de vías y otras medidas de fuerza. En esta lucha así como la de todos las y los trabajadores sigue viva la figura de Mariano, que fue asesinado durante una demostración de solidaridad de clase. "Y sepan que yo solo muero si ustedes van aflojando, por qué el que murió luchando vive en cada compañero" recita la Milonga del Fusilado. A 11 años de su asesinato, Mariano Ferreyra, vive.