Por Ailin Colombo
“Lo que nunca me olvido de Lichita es el momento en el que fue a mi pieza y me abrigó. La miré a la cara y le dije ‘eso es un acto de amor’. No me daba cuenta de que yo lo hacía, pero ahora me doy cuenta de lo lindo de eso”, así rememora su abuela Mariana a Carmen “Lichita” Oviedo Villalba, adolescente paraguaya radicada en Argentina desaparecida durante su última visita a su país hace ya dos años.
El pasado 30 de noviembre se cumplió el segundo aniversario de su desaparición. Por este motivo organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales marcharon hasta la Embajada de Paraguay en Buenos Aires para exigir su aparición con vida. En ese contexto, Revista Resistencias charló con su abuela Mariana y con la abogada Laura Taffetani.
Lichita fue vista por última vez ese 30 de noviembre del 2020 en el marco de un operativo de las Fuerzas de Tareas Conjuntas del Ejército contra el grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Ella, junto a su tía, su hermana y sus primos; visitaban a sus parientes integrantes de la organización. Organismos de derechos humanos denuncian que se trató de una desaparición forzada.
La niña y su melliza Ana, de 15 años, son hijas de la presa política paraguaya Carmen Villalba, detenida hace 18 años mientras integraba el partido Patria Libre, que dio origen al EPP. “Lichita y Ana vinieron con nosotros al año y tres meses (de edad). Nosotros las cuidamos porque la mamá está en la cárcel”, explicó su abuela consultada por este medio.
Previo a la desaparición de Lichita, el 2 de septiembre de 2020, las Fuerzas Armadas paraguayas asesinaron a dos de sus primas, que también participaban de la visita. Se trata de Lilian y María Carmen Villalba, ambas argentinas de 11 años. El operativo fue celebrado por el Presidente de Paraguay, Abdo Benitez, que lo calificó como “exitoso“.
Laura Tafettani, defensora e integrante de la Gremial de Abogadxs, que lleva el caso de las niñas, explicó que “no han dado acceso a las causas, es que no han avanzado en absoluto. De hecho, en el caso de Lichita, sabemos que no la están buscando, ni está habiendo medidas al respecto y en el caso de ejecución de las niñas ni siquiera hay imputados, sabiendo que las Fuerzas de Tareas Conjuntas sabe quienes estaban en la escena”.
Su abuela describe a Lichita como una niña “dedicada a los estudios”. “Hacía las tareas de la escuela con mucha prolijidad, eso era admirable. Era muy compañera mía, me ayudaba en la cocina”, recordó. Ella denuncia que nunca la buscaron. Taffetani agregó que apelan a organismos internacionales: esperan el resultado de la investigación del Comité de Derechos de los Niños y la intervención de la Comisión de Desaparición Forzada de Naciones Unidas.
En respuesta, se creó la campaña internacional Eran Niñas que busca exigir justicia para Lilian y María Carmen, así como denunciar el crimen como un infanticidio de Estado. Por otro lado, reclaman la aparición con vida de Lichita. En el comunicado por el segundo aniversario de la desaparición de la adolescente, el colectivo expresó: “este es el compromiso que nos trae nuevamente a recordarles a estos verdugos, terroristas e infanticidas que para ellos no habrá ni olvido, ni perdón”.