Leonardo Favio y el amor del pueblo

El amor hacia la gente es el arma más poderosa que puede tener el ser humano”

Por Filomena Maturana

Dice Favio en su discurso durante el 23° festival Internacional de Cine de Mar del Plata. En estas palabras aparece sintetizada su fórmula afectiva. Para él, el amor es un reclamo. El reclamo del pueblo hacía la clase dirigente. Favio es un artista popular que lleva al cine argentino la temática del niño excluido que se ve entre las correrías de los callejones y la supervivencia en los conventillos. Su amor no es punto de fuga, tampoco es similar a las relaciones de mercado. Amar es amar al pueblo ( Amar = Resistir).

A 84 años de su nacimiento y 10 años de su muerte, hacemos un breve recorrido por la vida y obra del director, actor y cantante Leonardo Favio cuya producción musical y audiovisual forma parte del legado identitario de nuestra nación.

Fuad Jorge Jury Olivera nace en Mendoza un 28 de mayo de 1938, él y su hermano Jorge Jury (con quien coescribió la mayoría de sus películas) presentaron una temprana inquietud por contar historias, talento que seguramente se cultivó gracias a que la madre de ambos, Laura Favio, se destacó como guionista y escritora de radioteatros. Con el tiempo, el joven Leonardo, con ayuda de su tía (también vinculada al mundo de la escritura y la actuación), toma pequeños papeles en radioteatros. Viaja a Buenos Aires y consigue su primer papel como extra en la película El Ángel de España (1958), posteriormente actúa en El secuestrador (1958) y Fin de fiesta (1960). Allí, actuando, se da ese primer acercamiento del inquieto muchacho mendocino a la televisión nacional.

En la primera faceta como director, su cámara se dirige a escenas familiares que rememora su hermano Jorge Zuhair como historias de “chinitos marginales” *; esto lo apreciamos en El amigo (1959), cortometraje en donde dos niños con diferentes condiciones sociales intercambian recorridos, charlas y juegos en un parque de diversiones en el que mágicamente se invierten los roles de cada uno. Luego debutará en la pantalla grande con su primer largometraje  Crónica de un niño solo (1965), cuya temática le da continuidad a esta necesidad de indagar en las historias de los niños “problemáticos”, los que quedan por fuera de toda institución de la sociedadCon esta película, ganó el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica y también se llevó el premio a Mejor Película en el Festival Internacional de Mar del Plata.

Su carrera artística es extensa y variada, sus producciones audiovisuales más recordadas por el público y la crítica son: El romance del Aniceto y la Francisca (1966), El dependiente (1969), Juan Moreira (1973), Nazareno Cruz y el lobo (1975), Soñar soñar (1976), Gatica “el mono” (1993), el documental Perón, sinfonía del sentimiento (1999) y Aniceto (2008). En cuanto a la faceta de cantante, se consolidó como un exitoso artista de la balada en el resto de latinoamérica, sobre todo después de su exilio en 1976, vivió un tiempo en España y luego se radicó junto con su familia en Pereira, Colombia durante una década. Sus letras y melodías se cantan aún hoy en las casas latinoamericanas, es recordado por canciones como «Ding dong estas cosas del amor», «O quizás simplemente le regale una rosa», «Fuiste mía un verano», «Ella ya me olvidó», «Mi amante niña mi compañera», «Ni el clavel ni la rosa», «La foto de carnet».

Por fuera de su determinación voluntaria (en 1971 visitó a Perón en Madrid), la infancia y juventud de Favio transcurrió durante el peronismo. Primero, el peronismo en su niñez, que se vivía como alternativa social para la representación de la clase obrera argentina. Luego, como paradigma cultural y horizonte político: El justicialismo. Esta cercanía con las banderas del peronismo puede relacionarse o no con sus obras fílmicas. Lo cierto es que el artista siempre reivindicó como fundamentos y horizontes de la resistencia regional  a la justicia social, a la épica local y a la simpleza que habita en los recuerdos de la propia vida.

Cuestiona allí en cada composición audiovisual  la sentencia de que quien triunfa es quien más posee. Lo hace desde la mirada detenida sobre el detalle, como la rosa: no quiere hablar de todo el mundo, ni de todas las clases sociales, ni de todas las formas de belleza posible. Siempre remite a su origen popular, los cuentos de su casa y de su barrio. Entre lágrimas y victorias de personajes como Gatica siempre resuena el mismo murmullo de fondo: lxs postergadxs, lxs descamisadxs, lxs luchadorxs.

Desde el Favio histórico, nos encontramos con diversos personajes de la época, fundamentales en la difusión de métodos innovadores de producción cultural. Trabajó con famosos cineastas como Eliseo Subiela y Leopoldo Torres Nilson, también con el pintor Roberto Duarte. Artista destacado e intérprete de un proceso histórico; también un niño con amigos, es un joven de la clase trabajadora. Su obra es siempre política y direccionada. Su sutileza, rica en inventiva. Espíritu inquieto de la periferia del puerto de plata.

*Entrevista a  Jorge Zuhair Jury: “Eran relaciones de chinitos marginales: está el baile, la milonga, la hermandad, la necesidad, las aproximaciones de lo delictivo entre comillas. Y tratábamos de no juzgar. Lo vivíamos: el mediocre era mediocre; el imbécil, imbécil.” en El canto de los gallos se pierde en el horizonte 17-03-2013, Radar, suplemento cultural de Página/12.