El término remite a “buscar chinas“, es decir, criollos que salen a secuestrar, violar, torturar y hasta asesinar a niñas y jóvenes de las distintas naciones indígenas. Tiene sus orígenes en la colonización y se sostiene a lo largo del tiempo gracias a la complicidad del Estado y la sociedad que garantizan la impunidad. Se trata de un crimen de odio contra las identidades indígenas que tiene mayor arraigo en las provincias del norte del país, pero se reportan casos a lo largo de todo el territorio.
“el chineo tiene una carga colonial y una motivación racista, patriarcal y misoginia” y “atenta no sólo contra los cuerpos de las mujeres, sino también contra la vida comunitaria de los pueblos”
Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, colectivo que impulsó la campaña “Basta de Chineo”, exponen que no se les toman las denuncias en las comisarías porque aluden que se trata de una “práctica cultural”. Incluso, denunciaron que, durante una reunión con el Ministerio del Interior en el 2019 en la que presentaron diferentes demandas de la agenda indígena, los funcionarios utilizaron el mismo argumento para justificar su omisión de la problemática.
Estos abusos suelen ser grupales y las víctimas tienen en general entre 8 y 10 años, de acuerdo a la información publicada por el Movimiento. También explican, mediante sus redes sociales, que en los abusos suelen estar implicados hombres “con poder social y económico”. Además, exponen que sufren la invisibilización de la problemática dentro de la sociedad y los medios de comunicación a pesar de que es una práctica sistemática. Aún así, sólo en las primeras dos semanas de marzo llegaron a la prensa dos femicidios indígenas de adolescentes de 14 y 16 años.
Según explicaron las mujeres indígenas mediante un comunicado, “el chineo tiene una carga colonial y una motivación racista, patriarcal y misoginia” y “atenta no sólo contra los cuerpos de las mujeres, sino también contra la vida comunitaria de los pueblos”. Es decir, forma parte del genocidio indígena que lleva ya más de cinco siglos.