Hoy serán indagados 10 militares como responsables de la Masacre de la calle Corro, en el que murieron Victoria Walsh - hija del periodista Rodolfo Walsh - y otros cuatro miembros del secretariado de Montoneros.

El hecho sucedió el 29 de septiembre de 1976, cuando un centenar de soldados y miembros de los grupos de tareas la fueron a buscar a ella y a Ismael Salame, José Carlos Coronel, Ignacio Bertrán y Alberto Molinas Benuzzi. Otros cuatro militantes fueron secuestrados y trasladados a centros clandestinos de detención y tortura.

A Salame, Coronel y Beltrán los asesinaron dentro de la casa mientras que Vicky Walsh y Molinas resistieron en la terraza hasta no tener más municiones, cuando no tuvieron opción, se suicidaron.

ArteAfiche: Emiliano Guerresi

Ayer el juez Daniel Rafecas ordenó la detención de 10 militares que tuvieron intervención en el operativo. Se trata de Héctor Eduardo Godoy, Gustavo Gilberto Tadeo, Danilo Antonio González, Abel Enrique Re, Carlos Alberto Orihuela, Ricardo Grisolía, Gustavo Antonio Montell, Hugo Eduardo Pochón, Guillermo César Viola y Domingo Armando Giordano, que se encuentran en la Unidad 34 del Servicio Penitenciario Federal.

Los 10 genocidas se encontraban en libertad sin causas previas. Uno de ellos, Guillermo Viola, impulsó desde el 2005 la Unión de Promociones del Ejército y los actos en Plaza San Martín, cuyo objetivo fue reivindicar los crímenes de Estado de la última dictadura y defender a los presos genocidas que denominaban de "guerra contra el terrorismo".

En la "Carta a mis amigos" que escribió Rodolfo Walsh, padre de Vicky, tres meses después de la masacre, expresó "“Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. (...) Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros."