|Por Mariana Di Mauro

Así dice el canto que acompaña la lucha de familiares de mujeres, niñas y adolescentes que fueron desaparecidas y hasta el día de hoy son buscadas. Porque ellxs saben que no se fueron con el novio, que no son travesuras, que no se fueron porque quisieron, saben que sus hijas, sus madres, sus hermanas fueron secuestradas para ser explotadas sexualmente. La trata de personas está a la vuelta de la esquina y aparece disfrazada de novio, de trabajo o hasta de familia, cuando no en forma de camioneta blanca. De todo esto hablamos con una integrante de Madres de Víctimas de Trata, asociación que trabaja en la búsqueda de mujeres secuestradas en redes de trata.


¿Cómo son llevadas las pibas a las redes de trata y explotación?

Hay muchísimas modalidades, tanto de estructuras de funcionamiento, de complejidad, de poder y de captación. La situación a lo largo del país es muy diversa. Tenes desde personas particulares que explotan a una mujer, hasta organizaciones compuestas por varias personas, en general hombres, que ya tienen una estructura criminal organizada. Desde el Estado se dice que la trata está asociada con estructuras de baja complejidad, que no es que hay una mega organización para-estatal que lleva adelante estas cosas, sino que son muchas micro organizaciones, pero algunas tienen vínculos bastantes complejos con estructuras de poder y con otros delitos.

Lo que vemos mucho es una modalidad que capaz no está muy visibilizada en el discurso de los medios o en el imaginario de la clase media del país, donde la trata se asocia más con el secuestro, de una chica caminando por la calle y una camioneta blanca que secuestra. Obviamente pasa y es gravísimo, pero, por lo que yo veo, no es la principal modalidad de los casos que a nosotros nos llegan.

¿Qué modalidades pudieron observar en su experiencia?

En general son chicas de clase baja que desde muy chicas están en una situación de vulnerabilidad muy grande, que viven situaciones muy complejas en sus familias. Familias monoparentales o con abandono de chicos o que los mismos familiares son quienes las explotan o los familiares tienen retrasos madurativos y les impide hacerse cargo o donde hay drogas o delincuencia. Donde ya los cuerpos están muy poco cuidados y valorados, y la vulnerabilidad sexual es una de las partes. Uno de los factores de riesgo es que sean chicas que de chiquitas hayan sido abusadas y donde ya hay una vulnerabilidad a sufrir grooming o a ser captadas por alguien que se quiera aprovechar de ellas. Muchas veces está en la figura de la “pareja”, el tratante se hace llamar novio y hasta pueden tener un vínculo que se hace pasar por amoroso y es el mismo que las trafica, que las explota sexualmente y las obliga a pararse en la calle o ir a prostíbulo, y a darle parte del rédito.

Tuvimos casos de chicas que habían nacido en cautiverio, de una mamá que ya era explotada, que nunca conoció y que fue apropiada por los explotadores y vendida. Hemos recibido casos de personas que estaban cruzando la frontera con la promesa de un trabajo y fueron captadas de esa manera. También está la idea de que es algo de una sola vez, que alguien te convenció de que era una idea buenísima y que después resultó muy difícil salir de esa situación, sobre todo cuando entran a los prostíbulos. Hay muchos casos en los que la persona dice “bueno, pruebo” y enseguida el prostíbulo te capta con deudas. Tenes que pagar por la habitación, por todo lo que usas, si dejaste algo sucio. Y esas deudas se acumulan de tal modo y los dueños del prostíbulo tienen tanto control sobre tu vida, porque capaz retienen tu DNI porque saben que sos vulnerable, que a la larga te encontrás en una situación de la que no podes salir.

"Para el tratante es ideal alejar a la persona lo más posible de cualquier lugar donde haya gente que la reconozca o la busque".

Te diría que la captación por secuestros en la calle sería una de las menos. Muchas tienen que ver con cambios de frontera. Para el tratante es ideal alejar a la persona lo más posible de cualquier lugar donde haya gente que la reconozca o la busque. Antes se encontraban capaz en anuncios en el diario para cuidar a una persona mayor, para limpieza de una casa, etc., y hacer que venga de Formosa, Chaco o Río Negro, y sobre todo si es alguien de bajos recursos, que los familiares no van a tener la posibilidad de ir a buscarlas, les mejora un montón la perspectiva de que esa persona nunca vuelva.

Foto: Nahuel Cucharello

¿Cómo suele ser el procedimiento de rescate de las víctimas?

Para Madres Víctimas de Trata, que es una asociación civil, es muy complejo entrar para rescatar a alguna chica. En general eso se deja a cargo de los organismos correspondientes, que deberían ser quienes tomen las denuncias, investiguen y allanen. En muchos casos es más un trabajo artesanal de contactar a una chica que se sabe que está en una situación de vulnerabilidad pero que en ese momento no está siendo retenida o que logró salir por sus propios medios, y ahí sí intervenir y cuidarla. Es muy difícil uno mismo enfrentarse con esa situación. Madres ya ha recibido amenazas, tiros en la fachada de la sede. Uno se enfrenta con gente que está dispuesta a todo.

¿Tuviste la posibilidad de conversar con alguna sobreviviente de trata? ¿Qué te contaron o qué percibiste vos?

Sí. Tienen muchas secuelas psicológicas. Una de las cosas que abunda es tener que recurrir a sustancias para poder pasar el día a día, además porque los mismos explotadores constantemente les ofrecen esas cosas porque les conviene, porque hace a las personas más dóciles, y además porque es una de las maneras de hacer tolerable una realidad espantosa. Alcohol y drogas es muy frecuente que las chicas consuman mientras están ahí, voluntaria o involuntariamente. Eso hace que después sea muy difícil, cuando salen, poder dejarlas.

También pasan por trastornos de estrés postraumáticos, ideas suicidas, depresión, problemas de sueño por este estrés postraumático, autolesiones, conductas de riesgo. Hay algo que se llama estrés postraumático complejo, que tiene que ver con situaciones traumáticas que llevaron una profundidad y una duración en el tiempo muy grande, y en general, esas personas no solamente tienen flashbacks, sino que tienen una valoración muy baja de sí mismas, les cuesta mucho establecer vínculos con otras personas, de confianza, amorosas, tener una relación sexual que no sea traumática.

Por suerte, en la mayoría de los casos que encontré, algo de la persona queda, no se reduce solamente a asumir haber pasado por esa situación, sino que tienen sueños, ganas de salir adelante, sentido del humor que les permite luchar y tener ganas de cambiar la realidad y de que eso no le pase a otra persona. También conocí casos más difíciles, porque la chica era más chica o porque venía de una situación familiar también compleja. Ahí, realmente sentí que no había una persona, que no había manera de vincularse. Eso me costó muchísimo, te genera mucha desesperanza. Cuando son menores son los peores casos.

"Es un mundo de violencia constante, donde no decidís sobre tu cuerpo, no decidís sobre nada de tu vida, no tenés ningún proyecto más que estar ahí y quién sabe cuándo se van a deshacer de vos. Si estás secuestrada tu perspectiva no es salir de ahí, es que van a matarte y ocultar tu cuerpo".

¿Y logran salir de esas situaciones? ¿Cómo retoman sus vidas?

Muchos de los casos que conocí eran personas mas grandes y ya hacía un tiempo que habían podido salir de esa situación, a veces no por completo, porque cuando las perspectivas de conseguir un laburo decente son tan bajas, cuando sos grande y nunca tuviste un trabajo, la prostitucion es lo que sabes hacer, como sabes sobrevivir. Por más que no lo hayas elegido al principio, más tarde se vuelve muy difícil dejar ese modo de vida y quizás hay gente que no lo deja completamente. Hay que trabajar con el sujeto que uno tiene y no con el ideal. Trabajamos contra una violencia enorme, que cualquier medida en la que podamos reducir esa violencia creo que es un pequeño éxito. Si bien no es el ideal que uno quisiera, los éxitos hay que contabilizarlos porque sino tenes muchísimas frustraciones.

También hay casos donde la persona se vio obligada a hacer cosas que estaban en contra de su moral o su ética porque su mundo se achica mucho al estar secuestrada, tu entorno es el prostíbulo y las personas que conoces son tus apropiadores y tus compañeras que también están secuestradas o las lleva su marido o “están porque quieren”.

Es un mundo de violencia constante, donde no decidís sobre tu cuerpo, no decidís sobre nada de tu vida, no tenés ningún proyecto más que estar ahí y quién sabe cuándo se van a deshacer de vos. Si estás secuestrada tu perspectiva no es salir de ahí, es que van a matarte y ocultar tu cuerpo. Con esta perspectiva, hay partes de las que pueden hablar y partes que les cuesta mucho, y una de esas partes quizás es tener que competir con la compañera que tienen al lado para sobrevivir o tener que acusar a otra frente a los captores porque sino saben que las van a fajar a todas y no sabes si te van a matar a piñas o no. Chicas que quedan embarazadas y lo tienen que ocultar porque si se entera el tipo las hace abortar.

¿Qué herramientas tienen para trabajar con estos casos?

Son cosas muy complejas que lleva muchísimo tiempo procesar y creo que hay poca bibliografía en Argentina desde la psicología o el trabajo social sobre cómo sobrellevarlo. Y se hace más difícil en un contexto donde no tenemos un lugar para que estén las chicas alojadas mientras tratamos de reconstruir su vida. Tratamos de ayudarlas y de conseguir recursos del Estado, pero tampoco es que tenemos el poder o la capacidad para solucionar esas cosas al 100%. Uno intenta trabajar en el contexto de que la persona tiene un montón de necesidades en el presente.

Uno de los objetivos sería tener alguna especie de plan o programa que realmente acompañe a las víctimas. Hay una ley para darle contención material a las sobrevivientes de trata. Hasta el momento algo se hizo, pero son programas bastante endebles y hay que ir tratando de sacar migajas como para dar un poco de tranquilidad a una persona que ya está sufriendo un monton y no es justo que además tenga que sufrir porque no tiene donde dormir, o no tiene para comer o no tiene un laburo. Obviamente hoy es una situación complicadísima para un montón de argentinos, pero en estos casos quizás la vulnerabilidad es todavía mayor.

¿Hay algo más que creas necesario agregar o que tengas ganas de contar?

Escuchar las voces de las sobrevivientes.