El pueblo jujeño encabezado por los movimientos indígenas, sociales y sindicales se mantiene movilizado y sostiene más de 15 de cortes de ruta en toda la provincia. Exigen la derogación de la reforma parcial de la Constitución provincial, que fue puesta en vigencia el pasado martes tras la jura en la Legislatura.
La respuesta del gobernador Gerardo Morales, impulsor de la reforma, fue una feroz represión con decenas de detenidxs – denuncian que fueron golpeados durante la detención – y cientxs de heridxs, de lxs cuales por lo menos dos perdieron un ojo. Por su parte, en el resto del país se replicaron manifestaciones en solidaridad con las protestas jujeñas.
Debido a las presiones, el gobernador radical cedió en uno de los reclamos de los pueblos indígenas y dió marcha atrás con la modificación de dos artículos, el 36 y el 50. Lo anunció el lunes pasado mediante una conferencia de prensa.
Sin embargo, ratificó que mantiene los artículos de la reforma que prohíben los cortes de ruta y de calle, así también, los que otorgan calidad constitucional al Código Contravencional vulnerando el derecho a la protesta sancionado en la Constitución Nacional. Por otro lado, prepara jurídicamente la multiplicación de la explotación del litio.
Jujuy es un teatro de operaciones para las reformas que impulsa la derecha, y el jujeñazo, la demostración de que el pueblo se pondrá de pie ante estos intentos de avasallamiento.
Redacción Resistencias
