El pasado 5 de mayo, empresas recuperadas de todo el país confluyeron en el Congreso de la Nación para presentar la Ley de Recuperación de Unidades Productivas, hecha “desde las experiencias de las empresas recuperadas y redactada por trabajadores y trabajadoras”.
“El trabajo, organizador social por excelencia, se convirtió en uno de los bienes más escasos, tanto en nuestro país como en todo el mundo. Frente a esta situación se hace imprescindible adoptar políticas audaces y efectivas para evitar la desocupación y el cierre de empresas. Por eso estamos convencidos y convencidas de que nuestra Patria necesita esta ley”, resaltan desde el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER).
“Nuestra experiencia es un ejemplo de autogestión que se estudia en el mundo, y contar con herramientas institucionales que reconozcan y potencien esta realidad, es una deuda pendiente y un reclamo histórico que cobra nueva urgencia y relevancia”.
Comunicado del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas:
POR UNA LEY DE RECUPERACIÓN DE UNIDADES PRODUCTIVAS
EN DEFENSA DEL TRABAJO
Ante el cierre de una empresa, los trabajadores y trabajadoras de Argentina decimos OCUPAR, RESISTIR Y PRODUCIR.
El trabajo, organizador social por excelencia, se convirtió en uno de los bienes más escasos, tanto en nuestro país como en todo el mundo. Frente a esta situación se hace imprescindible adoptar políticas audaces y efectivas para evitar la desocupación y el cierre de empresas. Por eso estamos convencidos y convencidas de que nuestra Patria necesita esta ley.
Hoy funcionan en nuestro país más de 400 Empresas Recuperadas, que generan más de 18.000 puestos de trabajo, con una antigüedad de más de 20 años o escasos meses, y con desarrollo en todas las provincias y rubros productivos.
Necesitamos una Ley que acompañe los procesos de recuperación, evitando conflictos innecesarios y garantizando que no se pierda ningún puesto de trabajo más.
No sólo sostenemos el empleo, también impulsamos el desarrollo local, defendemos la producción nacional, generamos nuevos puestos de trabajo y habilitamos espacios de acceso a cultura, educación, salud, cuidados y formación, avanzando así en la reconstrucción de tejido social, sobre la base de cooperación, solidaridad y justicia.
Nuestra experiencia es un ejemplo de autogestión que se estudia en el mundo, y contar con herramientas institucionales que reconozcan y potencien esta realidad, es una deuda pendiente y un reclamo histórico que cobra nueva urgencia y relevancia.
Los y las integrantes de Empresas Recuperadas, nuestras familias y comunidad, redoblamos la lucha para que la Recuperación de Unidades Productivas (Proyecto 2114-D-2022) esta vez sí sea Ley.