¿Cómo se vive la lucha contra el Covid en una pequeña ciudad del interior del país? Una de las doctoras generalistas del Hospital Jorge Rebok de la ciudad de Lamarque, en diálogo con Revista Resistencias cuenta la lucha que lleva adelante el personal de salud en la Provincia de Río Negro, las preocupaciones por el colapso del sistema sanitario y el abandono de las autoridades en plena pandemia.

La doctora, quien prefirió resguardar su identidad, nos comparte cómo vive desde adentro la lucha contra el Covid-19 y afirma que "el sistema de salud está prendido fuego". La ciudad donde se encuentra supera por un centener los diez mil habitantes, pertenece al departamento de Avellaneda, ubicada en la zona del Valle Medio, donde desde finales de marzo hasta la fecha pasaron por dos picos de contagios y esperan uno nuevo.

Por el colapso local de los hospitales, configuraron dos áreas de cuidado, desde el hospital y la educación para la prevención: “Estamos tratando de mantener con el Comité de Crisis la educación a la gente, los cuidados y prevención, porque nuestro centro derivador -Choele Choel- y las unidades de cuidados intensivos en General Roca y Viedma (a 3 horas de distancia) están colapsados, es decir que no tenemos donde derivar gente. Estamos pasando por un abandono importante porque si se nos complica un paciente respiratorio no tenemos donde derivarlo".

¿Cómo resuelven esas situaciones?

-A la fuerza, no queda otra. Somos conscientes que también tienen muchos casos, o sea, que a veces es real que no tienen camas o pocas, entonces es ahí cuando se nos complica ¿cómo le explicas a la familia? Con un caso estuve dos horas llamando hasta que me enoje y les dije "lo mando", no puedo hacer más, me pedían que lo derive al Valle y yo estaba perdiendo tiempo, tengo una guardia que atender con más pacientes no puedo llamar a no sé cuántos hospitales para pedir por favor que me den una cama UTI porque sé que todos están en la misma circunstancia, no puedo dejar de atender la guardia y no puedo tampoco abandonar un paciente.

¿Cómo es atender a pacientes con Covid en este escenario?

-Ahí el rol de enfermería es el que más se destaca, se abocan mucho a lo que es el paciente y el control, además es donde más personal hay. Sin embargo en los picos tuvimos que dejar a convivientes de pacientes de riesgo (con patologías de base) internados para que nos dieran una mano cuidando los signos vitales, a ese punto llegamos.

¿Cómo creen que se va a desenvolver la situación de acá a fin de año?

-Hay una idea general de que los respiradores van a solventar todo, el tema está en capacitarnos para usarlos. Mientras en nuestra zona tenemos un solo respirador para el hospital de Choele-Choel, Beltrán, De Lamarque, Chimpay, Pomona, para todos un solo respirador. Necesitamos más recursos humanos, concientización, no hay UTIs, tratamos de transmitirlo porque cuando las papas queman todos gritan pero los que recibimos los palos somos nosotros. Yo veo que está todo mal, pero ahora esto es lo que nos preocupa.

En este contexto, una nueva problemática atenta a las condiciones laborales de quienes siendo esenciales son tratadxs como descartables. Luego del bajo acuerdo salarial entre las autoridades provinciales y los gremios, en varias ciudades de Río Negro les trabajadores de la salud desde hace dos semanas impulsan manifestaciones por una nueva propuesta. "El acuerdo que firmaron es de sumas no remunerativas, en definitiva no nos sirve, son sumas en negro que cuando nos jubilemos no van a ser reconocidas. Firmaron sin consultar con los trabajadores, lo presentaron como todo un logro y más allá de que nosotros estamos en los sindicatos, ninguno está de acuerdo, entonces nos autoconvocamos", apunta la médica del Hospital Jorge Rebok.

¿Querés dar un mensaje particular a les lectores?

-Que se cuiden. Mis viejos están en otra provincia, a mis hermanos no los veo desde marzo y lo extraño un montón. Yo lloro por la gente, es muy difícil. Lo digo y estoy llorando, es difícil estar de este lado, explicar que por más que tenga toda la voluntad del mundo, un paciente se va a morir y tener que contarle a la familia que no hay camas, que tengan que asimilarlo. El sistema de salud está prendido fuego. No saben por todo el estrés que estamos pasando, me gustaría que apoyen, si tienen trabajadores que están saliendo para cuidar a la sociedad, que se lo agradezcan y si pueden abrazarlos, que los abracen, pero siempre con barbijos.