Por Leonardo Marcote

Muchos músicos fueron perseguidos, censurados y exiliados durante la última dictadura cívico-militar. En su gran mayoría los músicos no pertenecían a organizaciones revolucionarias pero las letras de sus canciones eran consideradas “peligrosas”, para la Junta Militar.

Amenazas, cancelaciones de shows y temas prohibidos hicieron que varios artistas se vayan del país. Uno de los músicos que tuvo que exiliarse en España, en noviembre de 1976, fue Mauricio Birabent, “Moris”, luego de que estallara una bomba incendiaria en un pub de San Telmo donde en pocas horas ofrecería un show. Miguel Cantilo, autor de la “Marcha de la bronca” y Miguel Abuelo, quien años más tarde fundaría “Los abuelos de la nada”, se fueron a Ibiza.

Tambien, "el flaco” Spinetta estuvo un tiempo en Estados Unidos donde grabó un disco en inglés. Pappo, por su parte, viajó a Londres a tocar blues. León Gieco, poco antes de saltar a la popularidad con “Solo le pido a dios”, se fue de gira por Latinoamérica con la intención de volver solo dos meses por año al país. Litto Nebbia no corrió mejor suerte y se fue a México, allí compuso “Solo se trata de vivir”. Estos eran algunos de los músicos más reconocidos cuando los militares dieron el golpe el 24 de marzo de 1976.

Un párrafo aparte se merece Charly Garcia que se fue a Brasil por pocos meses para formar Serú Giran, una de las bandas más importantes de nuestro rock. Volvió de esa corta estadía y compuso las letras más crudas para contar lo que estaba sucediendo. Con su anterior banda, “La máquina de hacer pájaros”, cantaba, en 1977: “no te dejes desanimar, no te dejes matar, quedan tantas mañanas por andar”.

Varias canciones fueron censuradas: Ayer nomás, de Moris y Lernoud y Viernes 3 am de Serú Girán, fueron algunas, la lista es amplia: Viernes 3 am fue censurada y catalogada como “peligrosa” por “Incentivar al suicidio”. La letra dice: “Y llevas el caño a tu sien, apretando bien las muelas “.

"Ayer nomás, en el colegio me enseñaron, que este país es grande y tiene libertad". La primera frase de la canción dejó en claro la razón por la cual fue prohibida.

Los recitales de rock fueron de los pocos espacios de resistencia que quedaban. Todo acto de libertad y de expresión colectiva estaba prohibido. El rock siguió expresándose pero utilizó metáforas en sus letras para contar lo que no podía decir libremente.

“Se iban a llevar a una chica en cana y paré el concierto y le dije al iluminador: ‘Iluminá ahí’. Y entonces estaba el tipo con la mina, y le digo: ‘Somos 5.000 contra uno’. Y no se la llevó”, contó Charly haciendo referencia a un show de Serú Giran en el Estadio Obras Sanitarias.

Para los militares el enemigo a destruir eran los militantes políticos y utilizaban los recitales como lugares de “cacería” de todas aquellas personas que ellos consideraban “peligrosas”. “Putos”, “drogadictos” y “maricones” eran algunos de los términos que utilizó la dictadura para dirigirse a lxs jóvenes que escuchaban rock. Tener el pelo largo pasó a ser sospechoso y motivo de arresto.

Otra de las bandas que comenzó su carrera en aquellos años de secuestro y desapariciones eran los jóvenes Punk que se autodenominaban Los violadores (por “violar la ley”). De entrada la dictadura les prohibió el nombre y pasaron a llamarse Los Voladores. En una de las primeras presentaciones, en julio de 1981, terminaron todos presos. Los Violadores, a diferencia de Charly, no utilizaban metáforas en sus letras: “Represión a la vuelta de tu casa, represión en el quiosco de la esquina, represión en la panadería, represión 24 horas al día”, decía una de las canciones de su primer disco.

La banda Virus, de los hermanos Moura, sufrió directamente la desaparición forzada de personas cuando el 8 de marzo de 1977 fue secuestrado y desaparecido Jorge, uno de los hermanos. Jorge militaba en el PRT-ERP y también era músico. A comienzos de los ’70 dejó de lado la guitarra y se sumo a la militancia revolucionaria. Sus hermanos, en cambio, siguieron el camino de la música y tres años después de su desaparición, crearon Virus. La banda de rock de hermanos era un sueño que también tenía Jorge pero que, por su compromiso militante, tuvo que dejar de lado: “Hermano, quiero apretarte la mano, sabemos, que ellos nos han separado”, cantaba Virus en su disco “Agujero interior”.

La dictadura llegó a su fin después de siete años y medio. Muchos músicos que se fueron en aquel momento, no volvieron a vivir definitivamente en el país y lo visitaban esporádicamente para alguna presentación en vivo. Cada uno de ellxs con su arte contribuyo al retorno de la democracia.

A lo largo de estos 47 años los más de 30.000 detenidxs-desaparecidxs fueron y son reivindicados por el rock argentino en sus letras y distintas expresiones.