|Cobertura Fotográfica Ludmila Gutiérrez

En el marco de un nuevo Día de la Militancia, ayer por la tarde se llevó a cabo una masiva manifestación convocada por los movimientos populares y la CGT, como muestra de unidad, de fuerza y de apoyo al gobierno tras las elecciones legislativas. También se hizo presente La Cámpora, así como gobernadores e intendentes oficialistas, quedando expresado todo el arco político del Frente de Todos. La jornada se realizó en Plaza de Mayo, y alrededor de las 15 hs tuvo lugar un acto, cuyo único orador fue el presidente.

Luego del oscuro escenario delineado por las PASO, la compleja situación que dejó la pandemia y la herencia de los cuatro años macristas, los resultados de este domingo fueron recibidos casi como un triunfo. Aquel 12 de septiembre, después de que sólo el 66% del padrón asistiera a las urnas, la derecha se perfiló victoriosa y con ella el ajuste y la precarización al pueblo argentino. Con ese panorama, comenzó a gestarse lo que sería una marcha en defensa de los derechos conquistados por las y los trabajadores que la oposición liberal pretende arrebatar.

Sin embargo, el pasado 14 de noviembre, si bien no hubo una reconversión total, la brecha se achicó y dio un respiro al gobierno. Aunque los números fueron a favor de la oposición, no lograron su objetivo de ganar las mayorías en el parlamento, desde donde aspiraban a dar rienda suelta a su programa de ajuste y precarización.

Organizados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), los movimientos populares mantienen su consigna de que la salida es con trabajo. A pesar de las elecciones y el tinte triunfalista de la jornada, las y los trabajadores siguen sufriendo las consecuencias de la crisis económica. Ante esto, su principal planteo es que el crecimiento tiene que ser desde abajo generando recursos económicos y financieros para la economía popular y avanzando en conquistar derechos para los sectores más postergados de la clase trabajadora. Para que el pueblo humilde pueda salir de la indigencia, y la pobreza desde abajo y no esperando el derrame de los de arriba.

Por su parte, la CGT salió por primera vez a la calle con su refrendada conducción nacional y su nuevo integrante, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, que encabezarán la Confederación los próximos cuatro años. En la asunción, establecieron su compromiso con el resguardo de los derechos de las y los trabajadores, lo cual fue expresado en la movilización de ayer.

De cara a los próximos dos años de gobierno del Frente de Todos, esta convocatoria simbolizó el respaldo a la gestión de Alberto Fernández y la defensa de los derechos sociales y laborales, frente al avance liberal y de la ultraderecha que amenazan estas viejas conquistas.