Por Antonella Giuso.

El miércoles 24 de junio en la provincia de Tucumán, la policía se cobró la vida de Walter Nadal de 43 años. Tras una denuncia por supuesto robo callejero, la policía lo persiguió hasta reducirlo y al igual que el caso de #GeorgeFloyd la muerte se produjo cuando el agente policial que lo retenía aplicó presión con su rodilla sobre el cuello de la víctima.

Un testigo del hecho aseguró ante la justicia y luego en diálogo con el diario La Gaceta, que al pasar por el lugar se topó con una escena muy violenta, Nadal repetía que le faltaba el aire mientras el policía que lo asfixiaba le respondía "no seas cagón". Además agregó que el resto de los uniformados que se encontraban en el lugar gritaban a la gente que se alejara y no filmarán con los celulares.

La causa se encuentra bajo investigación por el evidente abuso policial y las irregularidades posteriores para encubrir el asesinato. Las fuentes policiales aseguraron en un primer momento que la muerte se debía a una descompensación durante el traslado del detenido al hospital donde finalmente falleció producto de un infarto, esto último desmentido tras la autopsia que constató la muerte por asfixia.

El asesinato de Walter Nadal se enmarca en una triada de abusos policiales que conmueven a la provincia en lo que va del año, con la desaparición forzada seguida de muerte de Luis Espinoza, y el reciente caso de violación y tortura a Roxana Monteros.