La tan anunciada «mesa de diálogo» entre los delegados y delegadas de la recuperación de tierras en Guernica, las organizaciones sociales, la Gremial de Abogad@s que los defienden, y los representantes del gobierno provincial, efectivizó este martes un nuevo encuentro. Pero nada es fácil cuando se trata del tema de la tierra, la propiedad privada reclamada aunque no existan papeles demostrativos de la misma, y la tremenda necesidad de miles de personas por tener un techo donde guarecerse y poder pensar en algún tipo de futuro mejor que el presente difícil que les toca vivir.

Por la mañana, una buena cantidad de funcionarios de distintos ministerios del gobierno de la provincia de Buenos Aires, aterrizaron en Guernica y se juntaron con la inflexible intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero. La idea era tratar de acercar posiciones de cara a formular una propuesta a las 2500 familas que acampan desde hace un mes y medio en los terrenos en cuestión. Pero para la señora Cantero las necesidades de los pobres pesan muy poco. Partidaria de la mano dura, se agarra de la decisión de un juez y un fiscal muy parecidos a ella, y sigue empeñada en que el plan A, el B y el C, se sintetizan en la palabra desalojo. Cuanto antes mejor.

Luego, esos mismos funcionarios se trasladaron hasta el Club El Progreso donde se encontraron con los protagonistas de la toma y sus defensores. El resto de los ocupantes con sus familias habían marchado desde la terrenos recuperados, con sus banderas y pancartas reivindicativas, hasta la Avenida Eva Perón y la ruta 210, adonde hicieron un corte durante un largo rato. Otros manifestantes con sus hijos, se apostaron frente al lugar donde sus representantes intentaban convencer a los funcionarios que este miércoles no les corten la luz, como ya los ha amenazado el municipio. En la reunión, como era de esperar, Blanca Cantero cantó ausente, como para dejar claro que ella no tiene nada que negociar. Lo peor es que no está sola en esta batalla, la apoyan los ricachones de los countries, a los que tanto halaga y defiende la intendenta del Frente de Todos, y también sus pares de otros municipios del conurbano.

Después de 4 horas de reunión, donde la burocracia funcionarial, esa que duerme y come calentito, sin mayores problemas salvo los existenciales o los que pueden derivarse de los exhabruptos de su ministro de Seguridad, Sergio Berni, prometió que no habría corte de luz, y que se tomarían unos días para proponer un plan de salida del conflicto. El tiempo sigue pasando y el juez Martín Rizzo ya ha puesto un plazo para hacer cumplimentar el desalojo pacífico, si se puede, o con la actuación de la policía bonaerense. Esa que asesinó a Facundo Castro y a muchos pibes más. O sea, mejor sería que el funcionariado progresista se ilumine y frene a los bulldogs de sus propias filas que quieren guerra, ya que hay suficientes tierras en Guernica como para generar un pandemonium solo porque algunos intendentes han perdido toda sensibilidad popular.

Ahora, habrá que esperar hasta el lunes 21, que se concrete una reunión con el juez desocupador Martín Rizzo, donde teóricamente estos ministros, viceministros y secretarios que este martes no dieron mayores respuestas, expliquen cual es la propuesta del gobierno provincial.

Al gobernador Axel Kicillof, entre la toma de Guernica y los dichos de Berni, le convendría sacar de la galera una solución. Sería lo esperable de quien hizo campaña reivindicando a los humildes y prometiendo diálogo en vez de represión. Es lo que esperan los miles de niños y adultos que hacen el aguante a la intemperie allí, en la toma de Guernica.


*Nota gentileza de Resumen Latinoamericano

Imágenes: ANRed