|Por Ailín Colombo

Néstor Embriaco es presidente de la cooperativa Gotan, una fábrica recuperada por sus trabajadores. En la actualidad, con sus compañeros, luchan para poner en funcionamiento la planta desde que sufrieron una estafa laboral en 2019. “Más de uno ya pensábamos jubilarnos y ahora, si no podemos mantenerla, no se que vamos a hacer”, sostuvo Néstor. Él hoy tiene 52 años y padece lo mismo que miles de trabajadores de su edad: un mercado laboral cada vez más excluyente que los deja afuera. “Al tener más de 35 años ya no te toman en ningún lado”, reclamó.

Después de trabajar 10 años para la empresa, Néstor y sus 23 compañeros se quedaron en la calle. Gotan, que está ubicada en el Parque Industrial de Burzaco, era propiedad de Horacio Lamberti, exdirector del Programa de Parques Industriales de la era Macri. En 2017 la fábrica entró en ronda de acreedores y en 2019 quebró. Embriaco denunció que la quiebra fue fraudulenta. “Lamberti tenía una S.R.L que se llamaba ABDFJ y todas las producciones grandes las facturaba con esa firma. En Gotan, que estaba en ronda de acreedores, ponían el chiquitaje, hasta que presentan la quiebra ante la AFIP”, explicó.

El trabajador remarcó que aún no tienen ingresos fijos ya que recién después de dos años la cooperativa está en regla debido a lo engorroso de los trámites. “Pero cuando nos presentamos ante algún ente, como al Ministerio de Salud, siempre nos falta algo.” Durante la cuarentena, produjeron dispensadores de alcohol y alfombras sanitizantes que donaron a los hospitales de la zona. También a Villa Azul y la toma de Guernica. El fin fue “ver si los municipios nos escuchaban, pero nunca se acercaron”, resaltó Néstor. Él trabajador contó que además su sueño es capacitar a personas en situación de calle en oficios.

El galpón donde funciona Gotan es alquilado. Debido a la dilatación de su constitución como cooperativa, los trabajadores aún no pudieron pagar el alquiler. Los dueños además son propietarios de otros galpones y una cadena de panaderías, “si este galpón estuviera seis meses más en manos nuestras sus familias no pasarían hambre pero las nuestras si”, reflexionó Embriaco. Los obreros sufren hostigamiento por parte de los propietarios: les cortaron la luz y hace varios meses que trabajan sin agua en medio de una pandemia. Néstor estimó que la jueza determinará el desalojo cuando termine la feria judicial.

Sería una lástima que esta fábrica, una de las que puede producir, se quede sin trabajar y que el Estado no aproveche la oportunidad”, se lamentó el presidente de Gotan, ya que sostiene que no reciben los trabajos que cuando era empresa les encomendaba el Estado. En Gotan producen mobiliario urbano y de imagen corporativa. Dentro hay 14 obreros que tienen un alto nivel de versatilidad y preparación, además de diferentes maquinarias. Según Embriaco trabajan “con madera, plásticos, acrílico, chapa, pintura” cuentan con “ploteadora, router, balancines, guillotina, plegadora, soldadoras mig”.

Embriaco concluyó que “esta es una cuestión de clase, porque este señor, Horacio Lamberti, sigue trabajando para el Estado y nadie lo mira, como él, tantos otros empresarios estafadores, que estafaron a los chicos de Canale, Ansabo, Stockl y tantos otros. La justicia no hace nada. No lo llama a Lamberti y le  pregunta ‘a ver, ¿qué hiciste con la plata que ganaste acá?’. Los compañeros que quedamos sabemos la mano de obra que hacemos y de lo que somos capaces de producir (...) El gobierno dice que quiere poner a producir a las industrias y nosotros no nos escuchan. Tenemos los papeles por un lado, pero por el otro el desalojo en puerta.”