|Por Ailín Colombo
|Ilustra Lita.Ce
La estación de subterraneo de la línea D “Callao” cambiará su nombre a “Callao - Raquel Liberman”, en homenaje a una luchadora contra la trata de personas que gracias a su denuncia logró desarticular la organización proxeneta Zwi Migdal, la más grande de Ámerica Latina en el siglo XX.
La iniciativa fue presentada por la legisladora porteña del bloque Evolución Patricia Vischi, y aprobada el pasado 7 de septiembre por la Legislatura. De acuerdo al proyecto, “su lucha, ejemplo y legado corresponde honrar, denominando a una estación del Subterráneo con su nombre, ubicada en una zona donde por poco tiempo, Raquel pudo vivir en libertad”.
¿Quién fue “La Polaca”?
Liberman nació a principios de la década de 1900 en la ciudad de Berdychiv, actual Ucrania. Migró a Polonia donde conoció a Yaacov Ferber, con quién formó una familia. A los pocos años decidieron instalarse en Argentina. En 1923, Raquel quedó viuda y tuvo que ponerse al frente de su hogar.
Ante la falta de oportunidades laborales, ejerció la prostitución para luego ser captada por la red de trata Zwi Migdal. La organización la engañó camuflada de una sociedad judía de socorros mutuos que decía ayudar a migrantes de la comunidad.
El apodo “Polaca” era designado a las prostitutas europeas, muchas de ellas víctimas de proxenetas. Como en el caso de Raquel, también hoy la captación gira en torno de la vulnerabilidad de las víctimas producto de la pobreza, la falta de oportunidades educativas y laborales.
Raquel logró “comprar su libertad” tras varios años de explotación y se puso un comercio en el centro porteño, en Avenida Callao al 500, por este motivo se eligió la estación de subte más cercana para homenajearla.
Su libertad no duró demasiado, la red volvió a capturarla al poco tiempo pero Liberman logró escapar y presentar una denuncia. El juez Manuel Rodríguez Ocampo, a cargo de la investigación, encarceló a 108 proxenetas y ordenó la captura internacional de 334 prófugos.
Un año después, la Cámara de Apelación dictó el sobreseimiento y los detenidos fueron liberados. Aún así la red ya se encontraba desarticulada y a pesar de la impunidad, con su lucha, Raquel logró sentar un precedente.