La Unión de Trabajadorxs de la Tierra (UTT) vuelve a las calles con un acampe en Congreso, que contará con un florazo, el ya clásico verdurazo y un festival musical, para reclamar el tratamiento de la Ley de Acceso a la Tierra. “La aprobación de esta ley significaría un hecho histórico para la construcción de un nuevo modelo agroalimentario en la Argentina y un paso fundamental hacia la soberanía alimentaria”, señala Agustín Suárez, vocero de la organización. Te contamos de qué trata el proyecto.
Por Mariana Di Mauro y David Pike
Desde ayer, familias campesinas y productores agrícolas mantienen un acampe de 48 hs frente al Congreso de la Nación, exigiendo que se avance en el tratamiento del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra, presentado por tercera vez en octubre del 2020. El proyecto de ley cuenta con estado parlamentario, el mismo fue tratado por las comisiones de Agricultura y Asuntos Legislativos de Diputados, pero no obtuvo dictamen.
La Ley de Acceso a la Tierra promueve la creación de un Fideicomiso Fiduciario Público de Crédito para la Agricultura Familiar, una especie de Procrear Rural. “El fondo tiene como objetivo facilitar el acceso a créditos destinados a la adquisición de inmuebles rurales y la construcción de viviendas para … las familias productoras que carezcan de tierra propia”, detalla el proyecto en su artículo segundo*.
Los fondos serían destinados por el Tesoro Nacional y otorgados a través del Banco Nación. Se calcula que con un fondo de 110 millones de dólares, alrededor de 2 mil familias campesinas puedan acceder a una hectárea de tierra propia, con infraestructura productiva y una vivienda en buenas condiciones. De esta manera, se estima que se podría producir alimento a precios populares para 1 millón de personas, aproximadamente. Por medio de las ventas de los alimentos, las familias podrían devolver el dinero prestado al Banco y así sostener su trabajo, su producción y una vida digna.
A la vez, entre las funciones del Comité Ejecutor del fondo estarán, según establece el artículo 5 inciso J, “ampliar el objeto de financiamiento a otros destinos relacionados al acceso y la mejora de la tierra y la vivienda, como la infraestructura para producción agroecológica”. Incentivando la producción de alimentos sanos tan necesarios ante el uso masivo de agrotóxicos y demandados por consumidores cada vez más conscientes de este flagelo.
Esta Ley representaría un avance en derechos y calidad de vida para las y los campesinos, así como también una respuesta al gran problema de la concentración de la tierra. Desde la UTT sostienen que “en Argentina, sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país”.
A la vez, en los fundamentos del proyecto de ley afirman que, según el Censo Agropecuario del año 2018, desde el año 2002 hasta la fecha de realización del censo se perdieron 100 mil explotaciones agropecuarias, lo cual “confirma que la concentración de la tierra es una tendencia de continuo aumento en todo el territorio nacional”. También agrega que el 75% de las familias productoras no son dueñas de la tierra en la que trabajan y viven.
"El modelo del agronegocio representa a un campo concentrado que no alimenta, no está enfocado en el hambre del pueblo, mientras genera extraordinarias riquezas por las exportaciones", dijo Suárez a Télam. "Somos miles de campesinos, cooperativas agrarias y pequeños y medianos productores que proponemos un modelo sustentable a través de la agroecología y la democratización de la tierra".
*Texto del proyecto de ley (aquí)
Foto Portada: UTT Nacional