Por David Pike

Luego de dos meses de acampe frente a la gobernación de Jujuy, fue detenida Milagro Sala. Era el inicio del gobierno provincial de Gerardo Morales y del gobierno nacional de Mauricio Macri, la derecha comenzaba poniendo tras las rejas a la líder de una de las construcciones de poder popular más importantes del país y continuó encarcelando a una decena de dirigentes de aquella organización. A cinco años, les referentes de la Tupac Amaru continúan presos, como Luis D' Elía o Sebastián Romero, por cometer el delito de organizar y luchar con y por les humildes.

Podríamos empezar hablando de las causas judiciales, de como Morales aumentó el número de miembros del Tribunal Supremo de Justicia para poner allí personas de su confianza y controlar el poder judicial; de como tipifican en delito acampes, escraches y la lucha de les de abajo; de como con videos de bancos y cheques que nada prueban pretenden negar la impresionante obra de la Tupac; de como continúa privada de su libertad a pesar de la falta de sentencia firme y demás irregularidades; pero sería en vano, porque las causas hay que buscarlas en el desarrollo de la lucha de clases. Milagro y les referentes de la Tupac están presos por construir poder popular.

Y para hablar de poder popular es bueno escuchar a la derecha, “eran el tercer empleador de la provincia”, “un poder paralelo al estado provincial” o repasar la obra construida, miles de viviendas populares, plazas y parques, fábricas, sanatorios y escuelas, etc. Lo que les preocupa es la organización de las mujeres, de les indígenas, pero sobre todo de les pobres. Por ello la causa por la libertad de Milagro, es como la de Luis D’ Elía, preso por tomar una comisaría tras el asesinato del “Oso” Cisneros por un transa de la policía el día anterior al primer aniversario de la Masacre del Puente Pueyrredon, o como la de Sebatián Romero, el “Gordo mortero”, convertido por partidarios y detractores en un símbolo de la lucha contra las reformas neoliberales del macrismo que marcaron el inicio del fin de su gobierno.

Una movilización en Jujuy (que Morales pretende impedir), otra en CABA a la Corte Suprema, encuentros virtuales (Milagro estará con los movimientos populares a las 14hs) y demás actividades se realizarán para reclamar por esta presa política, porque se sabe que quien está presa por luchar, será la lucha quien la ha de liberar.