Por David Pike / Fotos: Antonella Giuso

En una gran demostración de fuerza, los movimientos populares que apoyan al gobierno nacional realizaron un plenario de la militancia en el Estadio de Nueva Chicago del barrio porteño de Mataderos con la participación del presidente Alberto Fernández y el jefe del bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner.

Acá le cantamos a la dictadura la marcha peronista”, decía Emilio Pérsico en su discurso. Desde las primeras horas de la tarde fueron llegando al barrio de Mataderos, las y los trabajadores de la economía popular. Como es habitual mucha juventud y muchas doñas, algunas arrastrando cochecitos, otras las viandas y bebidas, todas con las pecheras de sus organizaciones puestas. Muchos en los micros de las orgas, otros en transporte público, lo cierto es que para las 15hs con un sol radiante que asomaba por el lado opuesto del escenario y te partía la nuca, la cancha de Chicago lucía tan llena como la pandemia podía permitir (tal vez un poco más, así lo dictaminó la reaccionaria justicia que es más rápida para clausurar la cancha de un club del ascenso que la de un grande de primera).

“Compartiendo la unidad”

Los primeros oradores comenzaron a exponer a partir de las 16:30, tres minutos cada uno era la consigna, se respetó menos que el uso del barbijo. El primero habló por el Frente 22 de Agosto, le siguió el Movimiento Popular La Resistencia, el Frente de Desocupados Eva Perón, 25 de Mayo y decenas de organizaciones sociales de mediano tamaño que enriquecieron la convocatoria. Sobresalió reivindicar el trabajo de las unidades productivas, recordar a las Ramonas que se llevó la pandemia y el pedido de libertad por Milagros Sala, no podía faltar.

Desde el escenario en primera fila, escuchaban atentos el liberado Luis D’Elía de MILES, Cachorro Godoy de ATE, Gerardo Martínez de la UOCRA, el ex ministro Daniel Arroyo, entre otros. A su turno, Pablo Puebla de las Organizaciones Libres del Pueblo (OLP), planteó su “alegría por estar compartiendo la unidad y construyendo la victoria para la liberación nacional, no sólo para la coyuntura electoral. Todos los días de nuestra militancia la construimos con generosidad y solidaridad, no nos queda otra en el campo popular”.

El dirigente nacional de la OLP contó que “como movimiento popular no nacimos sólo en el estallido del 2001, en nuestro Argentinazo, nuestras ideas las traemos desde las raíces de la patria”. Planteó la necesidad de recuperar la Ley de Medios, fortalecer al Estado, nacionalizar las vías navegables y reconstruir la flota nacional. “Esta unidad y esta victoria también tiene que ser” para estos objetivos, “todo esto no se puede hacer en un modelo y en un país que hasta ahora la victoria la tiene el enemigo”.

Por su parte, el histórico dirigente de la CCC, Fredy Mariño afirmó en el mismo sentido, “tenemos propuestas y queremos triunfar en noviembre para seguir reivindicando la agenda social, del trabajo y la producción; la agenda de crear puestos de trabajo a través de la aprobación de la ley de Techo, Tierra y Trabajo

“Que pelo que tiene”

Pasadas las 18hs el bullicio invadió el Estadio, era inminente la llegada del presidente. La primera en aparecer fue la candidata por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz y su intervención se metió de lleno en la polémica del día, “que no nos vengan a señalar que porque no tenemos empleador no somos trabajadores. Ustedes son, compañeras y compañeros, trabajadores que luchan todos los días por ser parte de este país”.

El mismo día que se presentaba el controvertido proyecto de Sergio Massa, quien envió su adhesión al acto sin hacerse presente, para convertir planes sociales en trabajo. “En todo caso, la dirigencia política tendrá que tener la capacidad de animarse a poner patas para arriba la estructura normativa y legal para generar las oportunidades que ustedes se merecen”, afirmó la candidata. “Que pelo que tiene”, me dijo una compañera que me codeaba en el vallado de prensa.

Al su turno, el también candidato a diputado del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires, Daniel Menéndez de Somos Barrios de Pie, continuó diciendo que “hay que dar dignidad, reconocer el enorme esfuerzo y el trabajo que realizamos, porque esa fuerza social que se organiza va a ser el germen de las transformaciones que va a vivir nuestra patria, que va a fortalecer a los gobiernos populares y que va a poner en discusión el modo de producción en el mundo que nos está llevando a la destrucción de la humanidad. La esperanza, quienes estamos acá, la tenemos sobre el pueblo pobre organizado”.

Luego le siguieron, el funcionario “Chino” Navarro y la intendenta de Moreno Mariel Fernández, ambos militantes del Movimiento Evita. Ya tras ellos estaban sentados, el presidente, con Máximo Kirchner a su lado y Emilio Pérsico a continuación. La escena estaba montada, la militancia agitaba las banderas, ahora había que escuchar a los principales oradores.

“Estamos cansados de vivir de las migajas”

Como buen anfitrión, Emilio Pérsico agradeció la presencia de Alberto, de Máximo y de cada uno de los funcionarios presentes. Sin embargo, no dudo en plantear lo que hace días dice críticamente en la prensa. “Nosotros venimos planteando que hay que hacer cosas diferentes, que el crecimiento desde arriba es muy bueno para exportar más, para producir más, pero si no se produce el crecimiento desde abajo no se calienta a toda la sociedad. Estamos cansados de vivir de las migajas que se caen de arriba de la mesa del banquete”.

Pillo Emilio, usó una frase de Cristina para poner a los movimientos populares en el centro, “tenemos que llenar la política de pobres”. Y cerró su intervención diciendo, “quiero vivir en un país donde ustedes se levanten todas las mañana, cuando abran la puerta y miren su barrio, miren a sus vecinos y puedan decir ‘he construido un país diferente, he construido un país con justicia social, he construido una patria liberada, he construido mi patria y mi nación”.

Luego fue el turno de Máximo Kirchner que agradeció a los movimientos populares por la invitación dejando de lado cierta tensión de roces previos. “Han sido seis años muy duros para nuestra gente, cuatro años de macrismo, de insensibilidad, de ajuste, del miedo a perder el trabajo, de ser denigrados y estigmatizados los trabajadores formales o de sectores populares, de endeudamiento y de poner en rodillas a la Argentina, que tanto le había costado al pueblo levantar después de aquel 19 y 20 de diciembre de 2001". Y el guiño más fuerte se dió al usar aquella frase peronista de la época de la resistencia “solo el pueblo va a salvar el pueblo".

Finalmente, mientras ya la tarde oscurecía y se ponía un poco fresco, el orador más esperado, el presidente de la nación. Quién comenzó agradeciendo, "quiero extender la gratitud a cada militante de los movimientos sociales que estuvieron frente a los más necesitados en el tiempo más ingrato que nos ha tocado vivir". "Hoy el Padre Mugica cumpliría 91 años. Qué mejor homenaje podemos hacerle que volcar nuestra mirada a los más necesitados", recordó.

Albertó no evitó el debate, aunque su frase aclaró la “polémica”, el rumbo no creo que haya dejado contentos a los convocantes, no porque no les guste, sino porque no lo creen posible. “Cuando digo que quiero cambiar planes, no quiero cambiar planes por trabajo, porque los que tienen planes trabajan. Lo que quiero es cambiar planes por empleo para que, de una vez por todas, todos tengan los derechos de un trabajador formal".

Para cerrar el acto, Fernández dijo que una "economía en la que unos pocos ganan y millones pierden no hace una buena sociedad, eso es una estafa. No es lo que quiero para Argentina y ninguno de los que estamos acá queremos profundizar esa Argentina de la desigualdad". Y pidió de cara a la elección definitiva de noviembre, redoblar el esfuerzo, "ha llegado el momento de volver a militar como siempre militamos, de salir a las calles, de abrazarnos con nuestra gente, de salir a convencer a los otros".

Desgrabaciones: Ailin Colombo y Mariana Di Mauro