|Por Paula Farbman
Durante la tarde de ayer, en un lapso menor a dos horas, se dieron en simultáneo seis focos de incendio en la Comarca Andina. Hay heridos y auto evacuados en estado de shock. Se quemaron campos, viviendas, animales, postes y vehículos.
Se conoce como Comarca Andina del Parelelo 42 al grupo de poblaciones, ciudades y parajes que se encuentran cercanos entre sí, en el noroeste de la Provincia de Chubut y suroeste de Río Negro. En la región, los focos de incendio se desataron aproximadamente a las 15 hs cerca de El Maitén, Cerro Radal, Las Golondrinas y Cholita, a pocos kilómetros de El Bolsón. El viento propagó el fuego rápidamente hacia El Hoyo, un pueblo que dejó de existir tal como se lo conocía y que ronda los 200 evacuados.
Las redes sociales se inundaron de videos y testimonios de habitantes que eran rodeados por el fuego y declaran que no hubo aviones ni personal pertinente para afrontar el desastre. Sólo dos camiones de bomberos, dos camiones de SPLIF (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales) y la ayuda de vecinos y vecinos que ayudan a evacuar y están autogestionando los recursos básicos que necesitan quienes quedaron sin nada. Se estima que hay 15 personas desaparecidas.
En El Bolsón, una de las zonas más afectadas, pasada la medianoche sonó una sirena cuatro veces, que indica un desastre ambiental. Lugareños de toda la Comarca Andina pasaron la noche en vela, esperando que llueva. Alrededor de las tres de la madrugada las fuertes precipitaciones ayudaron a descender la intensidad del fuego.
Hoy al mediodía, en Conferencia de prensa, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié afirmó “Los fuegos fueron intencionales porque nos basamos en los registros del lugar y de cómo se desató el fuego. No sabemos quiénes son los responsables. Me llama mucho la atención cómo se produjeron en 3 horas, 7 localidades afectadas. ¿Cuál es el interés atrás? No lo sé. Para eso está la Justicia. Necesitamos una estructura dentro de la Justicia que se ocupe de los delitos ambientales”.
La lluvia trajo alivio pero nada asegura que el fuego no se pueda desatar nuevamente y que, si no hay una urgente intervención de parte del Estado Nacional y los funcionarios provinciales, queden los pueblos nuevamente a expensas de las conductas extractivistas que, aún sin nombres, se conocen las intenciones.