En días convulsionados, de movilizaciones y protestas en calles de todo el país, resurgieron personajes combativos del campo popular que tuvieron gran protagonismo en la década del ‘90.

Norma Plá fue una de las luchadoras sociales que más incomodó al Menemato. Su impronta y su capacidad para organizar a los jubilados la destacaron en aquellas jornadas de lucha contra el neoliberalismo.

Su figura comenzó a llamar la atención de la prensa cuando ella y un grupo de jubilados empezaron a cortar la Avenida Rivadavia, frente al Congreso de la Nación. Reclamaban una jubilación digna que les permita vivir tranquilamente. 

Norma, desde la muerte de su esposo, sobrevivía con una pensión de 150 pesos.

“Yo salí a luchar cuando tuve hambre. Usted cuando tenga hambre… si algún día tiene hambre, va a salir a luchar también”, le dijo una vez a Gerardo Sofovich en 1994, cuando fue invitada a la mesa del programa “Polémica en el bar”.

Trabajó desde los 13 hasta los 62 años pero nunca se pudo jubilar. Vivía en una casa humilde del barrio San José, en la localidad de Temperley. Desde allí iba viajando al centro porteño. 

0:00
/0:08

Un mediodía de 1994, después de haberlo enfrentado cara cara, realizó una choriceada frente a la casa del ex Ministro de Economía Domingo Cavallo, en plena Avenida libertador. 

Norma nunca pedía permiso y su  carácter frontal la destacó por encima de varios dirigentes políticos de la época. 

Muchos de sus reclamos siguen postergados hasta el día de hoy y los jubilado/as por los que ella luchó siguen viviendo en condiciones inhumanas. 

Viviendas precarias, falta de atención en salud y de alimentación adecuada son parte de una situación que se agrava: en 2023 las actualizaciones llegaron al 140 %, mientras la inflación fue del 211,4 %.

Norma Plá fue una imprescindible. Su historia de resistencia y lucha vuelve hoy a las calles porteñas a través de la memoria colectiva de un pueblo que jamás olvida a sus rebeldes. 

Murió el 18 de junio de 1996, en su barrio. En una de sus últimas entrevistas, ya muy enferma, arengó a sus compañero/as: “Luche, jubilado luche por lo que es nuestro”.