Por Agustina Machiavello.

El viernes 24 de julio -hace una semana- María Rosa Lencinas con 27 años y embarazada de 38 semanas, comenzó a tener dolores abdominales. Le avisó a su tía Norma con la que vivía, quien rápidamente le pidió a sus vecinos que fueran a la entrada de la Villa 31 para buscar asistencia.  

Ahí es donde Larreta nos dijo que habría una ambulancia 24 horas. Porque en los Cesac (Centros de Atención Comunitaria que hay en la villa) a partir de las 12 del viernes no hay nadie y recién vuelven el lunes’ planteó Norma. Pero los vecinos a los que le pidió ayuda, volvieron al rato y le explicaron que todos los centros estaban cerrados, y qué no había ninguna ambulancia.

Llamaron al SAME, y aún detallando los dolores y la situación, les dijeron que había mucha demanda por casos de COVID, y por lo tanto habría demora. La ambulancia finalmente llegó y se dirigió al Hospital Fernández donde lo primero que escucharon cuando bajaron fue: ‘Guarda que son de la Villa, están todos infectados’.

Nuevamente esperando ser escuchadas, y aún con los pedidos reiterados para que dejen internada a María, no lo hicieron. Les dijeron que no había camas por los pacientes de COVID. “Nos dejaron ahí. Mi sobrina ni siquiera tenía dónde acostarse. La revisaron y dijeron que no tenía trabajo de parto. Después ordenaron análisis de sangre y de orina. Nos quedamos esperando los resultados y a ella no se le iba el dolor. Cuando estuvieron los análisis, la médica que nos atendió me dijo que no tenía nada. Yo le insistí con el dolor. Ella me dijo que era la naturaleza. Le pedí que la dejara internada y me dijo que no tenía ningún lugar porque estaba todo lleno de pacientes con Covid. Y que no volviera a llevarla a menos que tuviera algún sangrado o algo más notorio” explicó Norma en diálogo con Diario Z.

"La asesinaron por mujer y por vivir en la Villa"

Era casi medianoche y se volvieron a la Villa 31, María tomo un analgesico qué le recetaron en el apuro y a la mañana siguiente se despertó con dolores aún más intensos. Otra vez llamaron al SAME. Otra vez explicando desesperadamente la situación. Otra vez les manifestaron que iba a haber demora y la ambulancia recién llegó al medio día. Terminaron en el Hospital Rivadavia donde la joven embarazada ya ingresó desmayada. Primero le avisaron a su tía que la beba no iba a sobrevivir, y después qué aunque ‘hicieron todo lo que pudieron’ María había fallecido.

El 28 de julio se radicó una denuncia por abandono de persona, discriminación, y se abrió una causa en el juzgado 14 alrededor de esta muerte llena de negligencias. Todavía nadie se ha acercado a hablar con la familia.

María era de Formosa, pero desde chiquita se mudó con su tía. Trabajaba en el comedor comunitario que la organización Túpac Amaru tiene en la Villa 31. Vivía también con su hijo de 5 años, Santiago y su pareja. ‘La asesinaron por mujer, y por vivir en la villa’ dijo Gumercinda, quien coordina el centro comunitario en el que estaba la joven y la que se encargó de avisar y contar la historia de Maria.

*Imagen: BBC

*Fuente: Diario Z