Después de casi 20 horas de sesión, el proyecto de ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) logró media sanción en la Cámara de Diputados con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones. La lucha feminista por la legalización del aborto está a medio camino de su victoria histórica.

El proyecto que finalmente se votó en la Cámara Baja garantiza la IVE libre y gratuita a cualquier persona gestante hasta la semana 14 incluida y su incorporación en los programas médicos obligatorios. No obstante, el día miércoles, a horas de firmar el dictamen, se dieron a conocer dos modificaciones inéditas: la objeción de conciencia institucional en el sector privado, la cual generó un gran repudio dada las obstrucciones que significa para la persona gestante que busque interrumpir su embarazo; y el requisito de que las menores de 16 años firmen una declaración jurada, y en caso de una intervención invasiva sean acompañades por un o una adulta como referente afectiva. A pesar del descontento por estas incorporaciones, fueron presentadas como negociaciones de último momento, necesarias para conseguir los votos en la Cámara de Senadores para que el aborto se convierta en ley.

Mientras dentro del recinto los y las diputadas trataban el proyecto de ley, en las plazas de todo el país miles de mujeres y disidencias realizaron una gran vigilia a la espera de los resultados. Durante horas, sonaron batucadas, cantos y gritos y se desplegaron banderas, carteles y pañuelos. La marea verde volvió a ganar las calles y la alegría volvió a ser de las pibas.

El próximo paso es la votación en la conservadora y medieval Cámara de Senadores que, recordemos, en el 2018 condenó a la clandestinidad a las mujeres y disidencias del país, votando en contra de la ley. En esta oportunidad, si bien algunas bancas se renovaron, la incertidumbre se mantiene. Tampoco hay seguridad de cuándo se realizará la votación, aunque, siguiendo los tiempos estipulados, se espera que sea antes de finalizar el 2020.

El debate del 2018 significó un gran triunfo para el feminismo porque, a pesar de que no se logró la legalización del aborto, hubo una gran conquista a nivel social que permitió instalar el tema y mantenerlo vigente hasta hoy. El camino recorrido hasta aquí fue largo y aún queda un importante trecho hasta la victoria, pero el movimiento feminista continuará dando pelea en las calles hasta que de una vez por todas, el aborto sea ley.

Imagen: La Voz