El pasado sábado 1 de Agosto una gran movilización en Rosario, de la que participó la CTA Autónoma local, fue una expresión popular masiva que exigió la protección del humedal del Paraná, ante los voraces incendios que azotan la región. Hubo una marea de autos y bicicletas desde el Monumento a la Bandera hacia la cabecera del Puente Rosario- Victoria, cuyo acceso fue cortado. Esta caravana convocada entremedio de la humareda se pronunció nuevamente por la inmediata sanción de la Ley de Humedales.

Importante mencionar que estos ecosistemas cumplen un rol importante como reservorio de biodiversidad y brindan alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies. El Paraná No Se Toca calcula que en el territorio del delta hay 700 especies de plantas; 47 de mamíferos; 270 de aves; 37 de reptiles; 27 de anfibios y más de 200 de peces identificados hasta el momento. Por eso se habla de que lo que sucede en las islas es un ecocidio.

Después de años de desidia, las quemas de pastizales atribuidas a la producción ganadera frente a Rosario adquirieron en 2020 dimensiones dramáticas. No sólo para la población de numerosas localidades ribereñas por el insalubre humo, sino para la regulación ambiental a largo plazo de un área muchísimo más extensa.

Se habla de un frente de fuego de 600 kilómetros. A mediados de julio se estimaba que el área quemada equivalía a casi tres veces el territorio que ocupa la ciudad de Rosario. Luego de esa fecha, los focos fueron multiplicándose, dejando imágenes de columnas de fuego sobre el Paraná que recorrieron el mundo.


Imagen: Jorge Hiba
Fuente: Agencia ACTA