En #Chubut
El fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, calificó la violación en grupo a una joven de 16 años como “accionar doloso de desahogo sexual”. Por el momento, ninguno de los imputados irá preso.
El caso se dio a conocer por la víctima en enero del 2019, cuando a través de sus redes sociales contó que cinco jóvenes la drogaron y abusaron sexualmente de ella en una fiesta en Playa Unión en el 2012. A partir de entonces se hizo conocido mediáticamente como el caso de “La manada de Chubut”. Tomás Soriano, Leandro del Villar, Luciano Mallemaci, Ezequiel Quintada y Robertino Viglione son los violadores. Por otro lado, hubo un sexto participante, Joaquín Pérez, pero no fue imputado por “colaborar con la justicia en calidad de arrepentido”.
A un año y medio del comienzo de la causa, el fiscal acordó con los abogados defensores la realización de un juicio abreviado de tres de los imputados -del Villar, Mallemaci y Quintana-, dado que tanto Viglione como Soriano fueron sobreseídos por ser menores de edad en el momento del crimen. La pena sería de tres años en suspenso, por lo cual ninguno de los imputados debería pisar la cárcel. El juez penal Marcelo Nieto di Biase deberá resolver si acepta o no el juicio abreviado. Un dato que cobra gran importancia en este contexto es que los implicados pertenecen a familias empresarias y con cierto poder de Puerto Madryn.
Todo indica, una vez más, la impunidad que dan el poder y la posición social frente a un sistema judicial corrupto y machista cuyo objetivo parece ser proteger y avalar a los violadores. Calificar de “desahogo sexual” una violación no hace más que legitimar el abuso y dar a entender que los hombres “necesitan” tener relaciones sexuales, aún a costa de la voluntad de las mujeres. Así es que las mujeres terminan siendo doblemente ultrajadas: primero por los violadores y luego por la justicia que los deja en libertad.
Este fallo, en un día feminista como es el 3 de junio, se convierte en una provocación y, lejos de ser inocente, transmite un claro mensaje patriarcal. En este sentido, y en el marco del quinto #3J también hay que decir que sin una Justicia con perspectiva de género no habrá ni una menos.