| Por David Pike Lizárraga
| Diseño Emiliano Guerresi
La histórica lucha de la Carpa Blanca finalizó en 1999 con la conquista del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Este Fondo es el que el presidente Milei se niega a pagar y quiere eliminar, por lo cual el inicio de las clases se encuentra en peligro.
El Fondo Nacional de Incentivo Docente representa actualmente un promedio del 13% del salario docente, aunque en algunas provincias se acerca al 20%. Su eliminación implica un recorte del 14% del presupuesto nacional en educación.
“Hoy todos somos todos docentes”, decían los carteles que colgaban atados al cuello de los docentes que ayunaban. Fueron casi tres años de protesta en una gran carpa instalada frente al Congreso Nacional en la que docentes de todo el país ayunaron rotativamente. Pasaban varios días a dieta líquida, hasta que eran reemplazados por otros compañeros.
La Carpa blanca se llenó de solidaridad convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la educación pública. El creativo método de protesta se ganó la simpatía y la adhesión del pueblo argentino. Por la misma pasaron distintos artistas populares: Luis A. Spinetta, Mercedes Sosa, Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Alfredo Alcón y tantos otros. Hubo cientos de espectáculos y actividades culturales, la carpa era una expresión de rechazo al neoliberalismo.
El presidente Menem con la sanción de la Ley de Transferencia Educativa de 1992 avanzaba en el camino iniciado por la última dictadura de transferir la administración educativa a las provincias. Sumado a la Ley Federal de Educación sancionada un año después, se cumplía con los mandatos del Consenso de Washington de achicar el Estado Nacional y desligando a este de la responsabilidad de garantizar el derecho a la educación.
El rechazo a este cambio de paradigma educativo, los bajos salarios docente con la multiplicación de conflictos en las provincias, los recortes presupuestarios, la mercantilización y la amenaza privatizadora llevaron al gremio docente CTERA a instalar la carpa.
La lucha resultó victoriosa con la ley que creó el FONID en 1998 y su implementación efectiva para finales del año siguiente apenas iniciado el gobierno de De La Rúa. El FONID primeramente estuvo atado a la creación de un impuesto automotor que generó polémica, y luego tras la falta de una recaudación efectiva del mismo, fue solventado sobre la recaudación de Rentas y otros ingresos estatales.
Tras 25 años, otro gobierno de corte neoliberal vuelve a amenazar su continuidad. A pesar de estar estipulado en la Ley de Educación Nacional, pero valiéndose de ser un fondo renovable, el presidente Milei se niega a pagarlo y pretende eliminarlo. Ante esta amenaza y sumado a que aún no se convocó a la paritaria nacional del sector, los gremios nacionales docentes advierten que peligra el inicio de clases.