En el día de hoy se prevé que el Gobierno nacional realice el pago de la primera cuota al Fondo Monetario Internacional (FMI) desprendida de la deuda contraída por el macrismo en el 2018. El pago sería de 1884 millones de dólares del préstamo total de más de 44 mil millones. En este marco, la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda* convocó a una jornada de protesta y difusión en distintos puntos del país, con la intención de rechazar este primer pago, pero, además, de frenar las negociaciones actuales para definir acuerdos sin tener en cuenta su ilegitimidad e investigar la deuda tomada a espaldas de los intereses populares y en detrimento de los mismos.

“Las estafas no se pagan, la deuda es con el pueblo” es la consigna que guía la jornada de lucha a lo largo y ancho del país. Por medio de esta acción, se pretende abrir el interrogante acerca de las condiciones en las que fue tomado el préstamo y de qué podría hacerse con el dinero, considerando el escenario de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra el pueblo argentino tras la pandemia. Para tener una mínima noción, se estima que el monto destinado al pago de la primera cuota equivale a la construcción de 42 mil viviendas, involucrando 200 mil personas; o a la entrega de 7 millones de bonos de $27 mil a jubilades y pensionades; o al pago de un cuarto IFE de $19 mil a 10 millones de personas.

La deuda es odiosa e ilegítima, dado que fue en beneficio de una minoría y no del conjunto de la sociedad, pero también ilegal e insostenible. Esa es la denuncia de la Autoconvocatoria. Sumado a lo anterior se alega que tanto el pago como la adquisición de este préstamo van en contra del estatuto del propio FMI, y también de las leyes argentinas, por lo cual exigen la suspensión del mismo y su investigación.

El organismo internacional exige montos impagables de acuerdo a los presupuestos y la recaudación de nuestro país, lo cual ya era sabido a la hora de ejecutar el préstamo. “Equivale a 18 veces lo recaudado por el impuesto a las grandes fortunas, o 11 veces el presupuesto nacional en salud”, según el documento difundido por el espacio denunciante. En otras palabras, el gobierno de Macri y el Fondo acordaron un préstamo a sabiendas que el Estado no iba a poder devolverlo bajo esas condiciones.

Si bien el actual gobierno de Alberto Fernández denunció a los responsables locales de la estafa frente al Poder Judicial, sigue sosteniendo el compromiso de pagar peso tras peso al Fondo, sin cuestionar su ilegalidad e ilegitimidad, dejando que se fuguen innumerables recursos que le pertenecen al pueblo argentino.

En este sentido, la jornada promovida por la Autoconvocatoria apunta a tomar conciencia acerca del dinero que se pretende pagar, porque cada fondo destinado a la deuda complica la calidad de vida del pueblo ya golpeado por la crisis sanitaria y económica, mientras que favorece a unos pocos, los mismos de siempre. Entonces, la pregunta es: ¿pagar la deuda y sostener las mismas dinámicas especuladoras del capitalismo atroz o suspender el pago y desarrollar recursos para las mayorías populares?

*La Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda es un espacio de articulaciones entre organizaciones sociales, movimientos, partidos populares, asambleas, referentes sociales y de DDHH que impulsan una campaña no sólo contra el pago, sino contra las condiciones y políticas fomentadas por el FMI. El mismo funciona desde el 2020 y resalta lo fundamental de pensar la deuda en función al pueblo y la naturaleza.