Los y las estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires mantienen, desde hace tiempo, una importante lucha con el gobierno porteño en torno a la mala calidad y los sobreprecios de los alimentos que se entregan en las escuelas. El reclamo no es nuevo, pero la pandemia y la cuarentena agravaron la situación, a lo que se sumaron los problemas de la conectividad.

En lugar de dar respuestas, el gobierno de Rodríguez Larreta continúa haciendo negocios y cuidando de los suyos. En este marco, Revista Resistencias conversó con Violeta, estudiante secundaria de la Escuela Técnica Nº23 Casal Calviño, en Parque Avellaneda, y miembro de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB).

Nosotres desde el inicio del año escolar venimos exigiendo que los bolsones vengan de buena calidad y que sean lo suficientemente nutritivos, porque muchas veces es poco lo que traen y no alcanzan a cubrir el valor nutricional necesario. Además, según un relevamiento que se hizo con familias y con la CEB de Capital pudimos ver que hay más de 100 mil estudiantes que no están accediendo a estos bolsones, a una ayuda alimentaria”, señaló la estudiante.

Hace unos días, a raíz de un amparo presentado por las legisladoras del Frente de Izquierda Myriam Bregman y Alejandrina Barry, se hizo pública la denuncia del faltante de 800 millones de pesos sobre el presupuesto ejecutado para alimentos en las escuelas públicas de la ciudad. Según informó el gobierno porteño, el presupuesto ejecutado hasta agosto para comedores escolares era de $3.531.129.891, sin embargo, sólo $2.672.125.540 se destinaron a canastas alimentarias. Es decir, habría más de 800 millones de pesos ejecutados, cuyo destino se desconoce.

Al respecto, Violeto comentó, “en este contexto cada vez más difícil económicamente, en el que hay familias que han perdido el trabajo o parte de su sueldo y en el que muchas no llegan a cubrir las necesidades alimentarias, es necesario que el Gobierno de la Ciudad se preocupe de garantizar estos bolsones; y, en lugar de eso, hay 800 millones de pesos desviados”. Sumado a esto, el gobierno de la Ciudad compra estos alimentos a más del doble de lo que realmente cuestan. El precio del bolsón que compra el gobierno es de $1400, cuando los mismos productos pueden conseguirse por un valor de $600, según verificó Myriam Bregman.

Por otro lado, cabe aclarar que, de las 19 empresas de alimentos concesionarias, varias de ellas fueron aportantes de campaña de Juntos por el Cambio. Desde el Gobierno de la Ciudad niegan estos sobreprecios y desvíos, y argumentan que las diferencias se deben a variaciones de costos y "actualización del pago a las concesionarias".

Violeta también habló sobre la propuesta que había impulsado el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para que aquellxs estudiantes que no tuvieran acceso a internet vuelvan a las aulas, “creemos que lo que el gobierno de la Ciudad debe hacer es garantizar conectividad para todes les estudiantes para que todes puedan seguir estudiando a distancia y que bajo ningún concepto puede volverse a clases con la situación como está, poniendo en riesgo la salud de les alumnes y les docentes”.

Para finalizar, habló sobre las medidas que piensan impulsar para hacerle frente a esta situación, “Hemos tenido una reunión con Trotta y reuniones con Acuña. Creemos que, además de investigarse a dónde fue este dinero, es necesario que se nos reintegre, y también pedimos una alternativa, como podría ser una tarjeta alimentaria para les estudiantes”. Además, agregó, “desde la CEB y desde otras organizaciones de estudiantes de Capital venimos desde el inicio del año impulsando medidas para que el gobierno de la Ciudad garantice conectividad y se mejore la calidad de los bolsones. Ya que estamos en una situación en la que se nos hace imposible salir a la calle nuestras medidas son desde la virtualidad. Tratamos distintas formas de difusión para que este pedido llegue a la mayor cantidad de gente posible y el reclamo sea efectivo”.


Imagen  portada: Kala Moreno Parra, Página 12