|Por Antonella Giusso

Se cumplen 100 días de la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro, visto por última vez el 30 de abril, cuando se dirigía de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca y fue detenido por la policía bonaerense, acusado de romper la cuarentena. Así lo afirmaron tres testigos que vieron cómo el joven de 22 años era subido a la cabina trasera de una patrulla de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad de Mayor Buratovich.

"Acá la gente no se pierde. Somos un pueblo y nos conocemos todos. La única certeza que tenemos es que los últimos que lo vieron son los policías". Desde aquel momento su madre, Cristina Castro, mantiene una misma acusación: a Facundo lo desapareció la policía. Y hasta hoy no hay pruebas en la investigación que logren desvincular a la fuerza de seguridad de este caso.

Los primeros dos meses, la investigación contó con la participación de la policía local, la misma acusada por la desaparición. Entre las irregularidades se encuentran contradicciones en las declaraciones de los agentes y la presentación de testigos falsos por parte de ésta. Además la querella denunció la elaboración de un informe trucho desde la intendencia de Villarino que alteró los datos de las patentes vehiculares registradas el 30 de abril.

Otras acusaciones que realizó Cristina Castro junto a sus abogados y organismos de derechos humanos fue hacia el fiscal federal, Ulpiano Martínez, por su parcialidad en el desarrollo de la causa. Al que recusaron en dos oportunidades, la primera advierte irregularidades en el rastrillaje del 19 de junio cuando varios patrulleros le impidieron el paso a ella y una delegación de perros adiestrados.

La segunda instancia, por haber denegado la participación del perito de parte, Marcos Herrero, en el procedimiento llevado a cabo el último miércoles en un camino vecinal, cercano a Mayor Buratovich, donde hallaron semienterrados restos óseos, prendas, una mochila y un jarro con los colores de Boca Juniors, que están siendo analizados.

Cabe destacar que fue el perito aportado por la querella el que mayor avances logró en la causa, primero sobre los rastros de Facundo en el patrullero asignado a Teniente Origone y luego en la comisaría de la misma localidad donde halló el amuleto que le obsequió su abuela en una celda en desuso que también presentaba manchas hemáticas.

A más de tres meses la impunidad sólo garantiza la repetición de los hechos. La desaparición forzada de Facundo, Luis Espinoza, Santiago Maldonado, Julio López y tantos casos más, pone de manifiesto la permanencia de las prácticas más perversas que padeció el pueblo en nuestra historia reciente.

A Kufa lo esperan sus amigxs, compañerxs y su familia. Nosotrxs junto a ellxs seguimos preguntando ¿Dónde está Facundo?