#InfanciasLibres fue uno de las consignas que estuvo dando vueltas esta semana en las redes sociales como parte de las campañas que se desarrollaron por el día de la niñez. Se difundieron muchas imágenes y videos con información de todo tipo acerca de diferentes problemáticas que atraviesan hoy las infancias, como por ejemplo los abusos sexuales por parte de adultos. En este sentido, no faltó la reivindicación de la educación sexual integral (ESI) como pieza clave para prevenir y tratar estos casos.

En este marco, ayer por la tarde, las redes sociales explotaron con la consigna “Lo quiero muerto”, referida a Jorge Adrián Cardozo, quien está acusado de abusar sexualmente a su hija de 6 años. El repudio se desató debido a unos audios escalofriantes que se viralizaron, en los que Cardozo contaba, en detalle, el abuso a la menor.

Este hecho salió a la luz por la exposición de los mensajes y por la rápida difusión que tuvieron en las redes. Sin embargo, muchos de estos casos no dejan rastros ni pruebas más que en la memoria del niño o niña agredida. En esta instancia cobra importancia el papel de la ESI, a través de la cual se pretende brindarles herramientas a los niños y niñas para que puedan reconocer posibles situaciones de abuso tanto para denunciarlas como para prevenirlas.

Sin ESI no es posible pensar en una niñez libre y sólo destinada a jugar. Para pensar en infancias sin violencias hay que comenzar tratando a lxs niñxs como lo que son, sujetxs de derechos y, como tales, se les debe garantizar la información y la educación necesaria para hacer valer esos derechos.