Hace 60 años fueron brutalmente asesinadas las hermanas y militantes, Patria, María Teresa y Minerva Mirabal por órdenes de la dictadura de Rafael Trujillo, en República Dominicana. Luego de aquel hecho, repudiado por el pueblo dominicano y tras establecerse así en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en nombre de las hermanas conocidas como “Las Mariposas”, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.

El movimiento feminista a nivel internacional, puso en agenda las demandas mas urgentes contra la violencia machista que, bajo una trama cultural, naturaliza diversas y variadas formas que atentan contra la vida de mujeres e identidades disidentes. Sin embargo, lejos estamos de erradicarla si no se responde a esta con medidas políticas de la magnitud que representa. En Argentina, sólo desde el primero de enero de 2020 hasta el 20 de noviembre, se contabilizaron 265 femicidios. Un femicidio cada 29 horas, de los cuales el 64,5% ocurrió en la vivienda de la víctima, 45 mujeres habían realizado una denuncia previa y 16 tenían medidas judiciales (Observatorio de las violencias de género Ahora Que Sí Nos Ven). Estos datos registrados apenas son una porción de la cantidad real de asesinatos por razones de género.

La visibilización y el debate que logró el movimiento feminista en Argentina sobre la violencia machista, sin duda es un gran avance. La conquista de un nuevo ministerio y las políticas presentadas por este demuestran la trascendencia de la lucha, intensa, durante el último lustro al que se denominó la cuarta ola feminista. Pero para que el camino por la conquista de derechos dé sus frutos realmente, para que no haya Ni Una Menos, para poder seguir peleando por la soberanía de nuestros cuerpos y nuestros territorios será necesario seguir apuntalando la organización. Para no perder de vista que son los intereses de unos pocos los que siguen sorteando nuestras vidas.