|Por Ailín Colombo

El pueblo chubutense lleva más de 18 años de lucha contra los proyectos extractivistas en la provincia. Tiene conquistadas a fuerza de organización las victorias de la histórica ley 5001, desde el 2003 y hoy la reversa de la Ley de Zonificación para la exploración minera. En esta nota recorremos el camino que llevó a Chubut a convertirse en faro de las batallas contra la megaminería y en pos de la protección de la vida.

Gracias a la presión ejercida en las calles, el pasado martes la legislatura chubutense derogó la Ley de Zonificación por unanimidad. La medida fue anunciada horas antes por el gobernador de la provincia Mariano Arcioni. Dicha ley fue aprobada el 15 de diciembre con 14 votos a favor y 11 en contra, a pesar de las movilizaciones que durante meses demostraron la falta de licencia social para la instalación de proyectos extractivistas en Chubut.

Traición y represión: Chubut aprobó la megaminería
El pueblo chubutense fue reprimido anoche durante las protestas tras la aprobación, durante una sesión express, de la Ley de Zonificación que permité la explotación megaminera en la zona central de la provincia.

Las protestas, que se realizaron desde la presentación del proyecto y durante los múltiples intentos por tratarlo, tuvieron su punto de ebullición con la quema de edificios públicos, entre ellos la Casa de Gobierno, la Legislatura y el Superior Tribunal de Justicia. La policía respondió con represión: el saldo fue más de 30 heridos y decenas de detenidos. La bronca explotó ya que constituye una traición al pueblo que votó a un gobernador que prometió en campaña no ser promotor de la megaminería.

Con este resultado, los habitantes de Chubut no solo lograron dar el brazo a torcer al poder político, sino que se enfrentaron y vencieron a la multinacional Pan American Silver, que con la ley buscaba explotar el Proyecto Navidad, el depósito de plata sin desarrollar más grande del mundo. Desde hace casi dos décadas la empresa trató de llevar a cabo la exploración a cielo abierto del área pero en cada intento de avance el pueblo se levantó y pudo detenerlo.

Una lucha histórica


A mediados del 2002, tras la embestida de  las empresas multinacionales que trataron de vender como progreso la megaminería a cielo abierto, los habitantes de Chubut comenzaron a organizarse en asambleas para defenderse. La histórica “Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina”, de la ciudad de Esquel, fue de las propulsoras de esta herramienta de organización que más tarde se replicaría en toda la provincia.

Foto: Aníbal Aguaisol 

Esta asamblea obligó al poder ejecutivo del momento a llamar a una consulta popular no obligatoria ni vinculante para conocer la opinión de la población. El 82% de Esquel voto por el "NO", sosteniendo en las urnas lo que dejaron en claro en las calles.  

Luego de un mes del plebiscito en Esquel, se promulgó la Ley 5001 en 2003 con un amplio apoyo popular. Esta prohíbe la actividad minera metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro en la producción pero deja abierta la posibilidad de zonificar un área para la exploración, artículo que fue aprovechado para sancionar la Ley de Zonificación. Si bien, las modificaciones a favor de las mineras en la 5001 negociadas por la legislatura a espaldas del pueblo representaron un escándalo, la ley fue una gran victoria para Chubut. Aún así, las asambleas siguieron movilizadas y exigieron su modificación en 2012 y 2014.

En el presente, la organización asamblearia y el levantamiento popular demostraron nuevamente ser las herramientas más efectivas que tienen los pueblos contra el poder establecido; incluso tuercen la voluntad de una multinacional. Así como la revuelta del 2001 - resultado de diversas puebladas a lo largo del país durante el menemismo -, de la que se cumplen 20 años, otra vez los métodos de lucha popular surgieron resultados.


Foto de portada: Revista Anfibia