Ocurrió el pasado 2 de septiembre. Miguel Abdo Benítez, presidente del país vecino, presentó el hecho como un “Operativo exitoso” contra la organización guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo. Pero las víctimas fueron dos niñas de 11 años. Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba habían viajado desde Argentina, su país natal, para visitar a sus padres, militantes de la organización.

Las familias y organizaciones populares de ambos países denuncian que el accionar se trató de una ejecución y no un enfrentamiento. A su vez, desmintieron que ellas pertenecieran a la guerrilla, como intentan plantar desde la presidencia y la Fuerzas de Tareas Conjuntas paraguayas, que rápidamente les colocaron uniformes y fotografiaron sus cuerpos ya sin vida. Otros datos que cuestionan quienes denuncian el asesinato, es la celeridad en que se sepultó a las niñas y las primeras informaciones respecto a la autopsia que decía tratarse de jóvenes de 15 o 17 años.

La Gremial de Abogadxs de Argentina se encargó de establecer ayuda a las familias de Mariana y María, y denunció en un comunicado que “Las niñas habían ido a visitar a familiares. Sus papás son militantes del EPP. Independientemente de que tengan padres campesinos paraguayos y militantes del EPP, las niñas eran civiles y además eran ARGENTINAS y no formaban parte de la feroz lucha de clases que se libra en el Paraguay”.

Mariana y María eran sobrinas de Carmen Villalba, referente de la organización y presa política, quien también sufrió el asesinato de su hijo de 13 años por parte del gobierno de Paraguay en pleno territorio argentino. Además en el comunicado destacan la estrategia infanticida de los gobiernos contra las luchas de liberación a lo largo de la historia, dónde se aplica la mano criminal contra hijos e hijas de militantes populares.

Melanie Vega, directora de la ONG Femi Unidas, en diálogo con Página 12, señaló que “En las fotos de los cuerpos de las niñas se puede ver claramente que no tienen 15 o 17 años como dijo el médico forense. Dicen que hicieron pruebas para confirmar que ellas dispararon. Pero ¿dónde están? El gobierno dijo que hicieron inteligencia durante meses. El propio presidente manifestó que el EPP son los criminales más peligrosos ¿y no documentaron el enfrentamiento?. Todos estos elementos nos llevan a pensar que las niñas no fueron "abatidas", sino ejecutadas", arremetió.