| Por Ana Paula Farbman

En la provincia de Chubut, la megaminería a cielo abierto está prohibida desde el 8 de mayo de 2003, mediante la ley Ley XVI Nro 68 (ex-5001), que no permite la actividad minera metalífera en la modalidad de cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción de minera.

La minería es la obtención selectiva de minerales a partir de la corteza terrestre. Mientras que la megaminería, es una forma actual de minería también denominada minería metalífera transnacional a gran escala, o sea, una explotación realizada por empresas multinacionales que ocupan enormes territorios para su desarrollo.

El 24 de noviembre, Mariano Arcioni anunció el proyecto de ley que trata de habilitar la zonificación minera que habilita esta actividad en más del 70% del territorio de la provincia y que viene siendo enfrentado por decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas que se movilizan en las principales ciudades de la provincia, enfrentando incluso la respuesta represiva del ejecutivo. El mismo día del anuncio, las asambleas ciudadanas presentaron una iniciativa popular con más de 30.900 firmas en la legislatura de Rawson, para impedir la explotación minera metalífera y uranífera con sustancias tóxicas en toda la provincia.  

Una actividad que promete trabajo y desarollo, esconde detrás el uso de toneladas de sustancias contaminantes, generación de drenaje ácido de mina y por consecuencia: la contaminación del agua y el medioambiente. A esto se le suma la posibilidad de accidentes en el proceso y enfermedades como irritación de mucosas, ardor de boca y faringe, dolor de cabeza, vértigo, fatiga, alteraciones en el apetito y el sueño, entre otras letales por intoxicación de cianuro, plomo u otros metales pesados presentes en el aire.

A la espera de la votación del proyecto de ley antes de que termine el 2020, existen coimas, lobbies y presiones para habilitar la gran minería en la provincia a pesar de la falta de licencia social.