Hace una década, en Argentina se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario, iniciando una nueva conquista en materia de derechos humanos y convirtiéndose en el primer país de América Latina y el Caribe que sancionó esta ley.

La jornada que duró más de 15 horas de debate en el Senado fue acompañada por una gran concentración en las inmediaciones. Organizaciones de los colectivos LGBTIQ+, que durante años impulsaron esta medida, festejaron cuando los 33 votos positivos se impusieron contra los sectores más reaccionarios que sumaban 30 votos entre negativos y abstenciones. Finalmente, se reconoció un derecho que fue históricamente vulnerado, lo que significó un avance político y una respuesta al disciplinamiento al que se sometía a todo un sector de la sociedad por su elección sexual e identitaria; disciplinamiento que aún hoy, en sus distintas variantes, sigue vigente y es necesario amputar.

Previo a la votación, en una entrevista del programa CQC, una militante travesti aseguró, "Si existe esta posibilidad, existe también la posibilidad de discutir la Ley de Identidad de Género, una ley en la que nosotras vamos a poder figurar en nuestro documento con el nombre que elegimos”. El matrimonio igualitario fue también el puntapié para escalar en la discusión sobre un sistema político y cultural que cada vez queda más obsoleto.

DIEZ AÑOS DEL MATRIMONIO IGUALITARIO Hace una década, en Argentina se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario, iniciando una nueva conquista en materia de derechos humanos y convirtiéndose en el primer país de América Latina y el Caribe que sancionó esta ley. La jornada que duró más de 15 horas de debate en el Senado fue acompañada por una gran concentración en las inmediaciones. Organizaciones de los colectivos LGBTIQ+, que durante años impulsaron esta medida, festejaron cuando los 33 votos positivos se impusieron contra los sectores más reaccionarios que sumaban 30 votos entre negativos y abstenciones. Finalmente, se reconoció un derecho que fue históricamente vulnerado, lo que significó un avance político y una respuesta al disciplinamiento al que se sometía a todo un sector de la sociedad por su elección sexual e identitaria; disciplinamiento que aún hoy, en sus distintas variantes, sigue vigente y es necesario amputar. Previo a la votación, en una entrevista del programa CQC, una militante travesti aseguró, "Si existe esta posibilidad, existe también la posibilidad de discutir la Ley de Identidad de Género, una ley en la que nosotras vamos a poder figurar en nuestro documento con el nombre que elegimos”. El matrimonio igualitario fue también el puntapié para escalar en la discusión sobre un sistema político y cultural que cada vez queda más trunco. Vilma Ibarra, una de las principales impulsoras y la cara más visible por la aprobación del proyecto, dijo recientemente en una entrevista para Página 12, "Fue una ley que se discutió en los recreos de los colegios, en la mesa familiar al almorzar o al cenar, en los clubes, en todos lados. Pocas leyes fueron debatidas en el ámbito social de esta manera (...) Esa ley abrió puertas a poder pensar en otras ampliaciones de derechos". Así fue como una serie de demandas se impulsaron con más fuerza tras esa histórica jornada. La ley de identidad de género, el cupo laboral travesti-trans, la discusión por la interrupción voluntaria del embarazo, la lucha por la aplicación de la educación sexual integral, entre otras, son parte de este proceso. #LGBT #MatrimonioIgualitario

Posted by Revista Resistencias on Wednesday, July 15, 2020

Vilma Ibarra, una de las principales impulsoras y la cara más visible por la aprobación del proyecto, dijo recientemente en una entrevista para Página 12, "Fue una ley que se discutió en los recreos de los colegios, en la mesa familiar al almorzar o al cenar, en los clubes, en todos lados. Pocas leyes fueron debatidas en el ámbito social de esta manera (...) Esa ley abrió puertas a poder pensar en otras ampliaciones de derechos".

Así fue como una serie de demandas se impulsaron con más fuerza tras esa histórica jornada: la ley de identidad de género, el cupo laboral travesti-trans, la discusión por la interrupción voluntaria del embarazo, la lucha por la aplicación de la educación sexual integral, entre otras, son parte de este proceso.


*Imagen: Noticias por el mundo

*Video: @fundhuesped