Se estableció así durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en 1983, para contribuir al reconocimiento del trabajo que realizan las identidades feminizadas en el hogar y evidenciar la desigualdad que componen estas tareas, asignadas por los roles de género.

Según datos del INDEC en la Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo, de 2013, las mujeres dedican entre 6,4 horas diarias a las labores domésticas, mientras que los varones sólo 3,4 horas. Además al mismo, lo llevan a cabo en un 76% las feminidades.

El hecho de que este sea un trabajo no asalariado impacta en la independencia económica de quienes lo realizan y en muchos casos puede profundizar situaciones de violencia.

Eso que llaman amor es trabajo no pago



La denuncia es cada vez más fuerte, durante los últimos Paros Internacionales Feministas la frase "Eso que llaman amor es trabajo no pago", concepto de la escritora y docente, Silvia Federici, fue adoptado fuertemente en las calles como consigna de lucha. Denotando el eje central que cumple en la reproducción de la vida y haciendo foco en que, precisamente, debe ser remunerado.

Mural: @possa_alp